El acusado tiene ausencia de remordimiento y no presenta signos de disforia de género

Los peritos forenses que ayer comparecieron ante el Tribunal del Jurado del crimen de Betancuria, declararon que el acusado había mostrado en la exploración que le realizaron una «ausencia de remordimiento», era una «persona obsesiva» y tenía características psicopáticas. Además, descartaron de pleno que hubiesen detectado rasgos compatibles con una persona que sufre disforia de género, por lo que no creyeron la versión que ofreció en su declaración de que siempre se había considerado una mujer, que ahora quería que la llamaran con el nombre de Lorena y que no había agredido sexualmente a la víctima puesto que le «gustaban los hombres y no las mujeres».

«Lo expresado por el acusado es compatible con la complicada vida psíquica de este señor, pero en nuestras entrevistas no cumplía con ningún criterio exigido para padecer una disforia de género. Tenemos la convicción de que no la padece porque, por ejemplo, no tenía problemas con sus órganos sexuales, no tenía la necesidad de ser tratado ni de sentir como el otro sexo ni un fuerte deseo de estar integrado en el sexo femenino», destacaron estos profesionales durante la sesión de ayer celebrada ante la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Las Palmas.

La diferenciación entre «el bien y el mal» no tiene nada que ver con la discapacidad intelectual que tiene el acusado, manifestaron los forenses al Tribunal del Jurado a preguntas del letrado de la defensa, puesto que «hay que valorar si en los actos que cometió hubo premeditación, toma de precauciones, posibilidad de engaño, de mentir... cuestiones no complejas pese a su discapacidad intelectual», añadieron.

El juicio se reanudará este lunes con las conclusiones y los informes de las partes. El foco de interés está en ver si el fiscal Joaquim Soldevilla añade el delito de agresión sexual a su petición de condena como así hicieron en su momento la acusación y acción popular.