La clave del nuevo pacto reside en la renuncia efectiva al acta de Cerdeña

La gobernabilidad del Cabildo de Fuerteventura se construye al golpito político de dos renuncias: la ratificación de la anunciada dimisión del consejero Marcelino Cerdeña, de AMF; y el hipotético desistimiento de Alejandro Jorge (NC) a ser cabeza de lista para dejar pasar a Sergio Lloret, también de AMF. La primera duda de renuncia efectiva se despeja en el pleno ordinario del día 29 de enero y la segunda, a falta de plazos oficiales, está sin confirmar y por tanto sin fecha.

Como quiera que el tiempo puede erosionar el pacto CC-PP-AMF que daría la presidencia a Lloret, las posibilidades de nuevos acuerdos se multiplican y pendulan entre que el socialista Blas Acosta está aún a tiempo de conservar la presidencia del Cabildo en virtud de un giro de los populares, que no contaría con la bendición del partido a nivel regional, pero que se da de hecho en otros cabildos como Lanzarote y La Palma; o que ni Cerdeña renuncie de manera efectiva en el pleno de finales de mes, aprovechándola nacionalista Lola García la coyuntura para volver a ser primera mandataria.

Entre tanto, sólo cabe hablar del futuro pacto en base a cada movimiento político que llevará a otro movimiento político más. Es decir, renuncia de Marcelino Cerdeña al acta, dimisión de Alejandro Jorge como cabeza de lista pero no como consejero, toma de posesión de Sandra Domínguez (AMF) en sustitución de Cerdeña y presentación de la segunda censura de la legislatura. Eso, si no prospera otro acuerdo encubierto por otros flancos.

La falta de confirmación del nuevo pacto o de la nueva mayoría que pueda apañar Acosta sigue añadiendo incertidumbre al futuro de la isla. El pleno extraordinario del presupuesto solicitado por CC y PP del día 26 puede dar pistas de los acercamientos, pero pocas certezas.