Mata a sus padres y al abuelo en Arona

Tenerife despertó ayer con la triste noticia del asesinato de tres personas, un matrimonio y el padre de la mujer, en el sur de la isla. En un primer momento se llegó a especular con que se podía tratar de un nuevo caso de violencia de género, pero según avanzó la mañana y la Guardia Civil fue atando cabos y juntando pruebas, la investigación dio un importante giro. El hijo adoptivo de la pareja, único testigo del macrabro crimen, confesó que había sido él quien los apuñaló a los tres hasta la muerte.

Ricardo O.M., de 23 años, fue quien en torno a las cinco y media de la mañana llamó a la Policía Local de Arona para avisar de que se había encontrado a sus padres y su abuelo muertos en la vivienda familiar, ubicada en el interior de una finca de plataneras en la zona conocida como Los Llanos de Guaza, en el municipio de Arona, en el sur de Tenerife. Cuando los agentes de la Policía Local se percataron de la violencia ejercida sobre las víctimas dieron de inmediato parte a la Guardia Civil que se hizo cargo de las diligencias. En un primer momento, el muchacho les explicó que había llegado a la casa, oyó ruido y que se encontró con otra persona dentro, posiblemente un ladrón, que incluso le atacó a él, dijo.

Esa versión de los hechos nunca se tomó como verídica por los agentes de la Benemérita, aunque sí inspeccionaron no solo la casa y la finca sino, según testigos presenciales, en el exterior en busca de algún rastro del supuesto ladrón.

A media mañana, antes incluso del levantamiento de los cadáveres, Ricardo O.M., que estaba en aparente estado de shock, fue trasladado a las dependencias de la Guardia Civil de Playa de las Américas para tomarle declaración habida cuenta de que era el único testigo de los crimen.

Salía de la vivienda tapado con una manta de color azul, pero sin esposar, hasta llegar al interior de un vehículo de la Guardia Civil, donde salió rumbo a la comisaría. Unas horas después, sobre la una y media de la tarde, el joven se derrumbaba y confesaba los crímenes.

Los fallecidos son Luciano M.L., de 82 años de edad y abuelo del presunto asesino, Carmen M.M., de 59 años, hija de Luciano y madre del autor confeso, y su marido, Antonio O.R, de 69 años. Todos eran naturales de La Palma, aunque hacía muchos años que residían en Guaza, en una finca que Antonio compró a su regreso de Venezuela. Ella era maestra en el colegio Pérez Valero de Los Cristianos. Además de la finca, el matrimonio tenía negocios y era muy conocido en la zona.

El juez, que desde la siete de la mañana se personó en el lugar de los hechos ha decretado el secreto de sumario. Se especula con que la causa del triple crimen esté relacionada con una adicción del joven a las drogas.

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