Flores junto a los dos cadáveres

Al retirar los restos mortales de dos adultos que fueron hallados en una ladera del barranco de Las Vacas, en Temisas, los agentes de la Guardia Civil se encontraron con algo sorprendente: alguien había depositado flores al lado de los cuerpos. También había entre los restos un fajo de billetes.

Canarias7 / Las Palmas de Gran Canaria

Jueves, 16 de julio 2020, 12:39

La investigación sobre el hallazgo de los restos de dos adultos en un bancal del barranco entre el casco de Agüimes y Temisas sigue a la espera de que el Instituto de Medicina Legal concluya su informe. La confirmación oficial de que los restos pertenecen a Antonio y Ana María, el matrimonio de Guanarteme desaparecido hace cinco años y seis meses, será determinante para que el caso del hallazgo pase del juzgado teldense que dictó el levantamiento de los cadáveres al de Las Palmas de Gran Canaria que instruyó las diligencias por la desaparición, así como que las pesquisas que ahora lleva la Guardia Civil pasen a manos del Cuerpo Nacional de Policía.

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Según las fuentes consultadas por este periódico, la presencia de esas flores juntos a los cadáveres abonaría la tesis de que quien hizo desaparecer a los dos adultos tenía algún vínculo con ellos. Asimismo, el hallazgo de un fajo de billetes entre los restos quebraría la hipótesis de una desaparición motivada por un robo. Las fuentes consultadas por este periódico detallan que se trataba de un fajo de billetes de cincuenta euros.

Las flores y el dinero estaban semienterrados en el bancal del citado barranco. Los cuerpos tenían encima unas piedras y poca tierra, pues se trata de una zona rocosa. Había también restos secos de arbustos de la zona, lo que hace indicar que la persona o personas que llevaron hasta allí los cuerpos no se esforzaron mucho en disimular su presencia, sabedores probablemente de que se trata de un lugar apenas frecuentado y que no es visible desde la carretera y tampoco del apeadero que hay junto a ella.

La relevancia del examen forense

Tras cinco años y seis meses en busca de pistas sobre el paradero de la pareja formada por Antonio y Ana María, la Policía Nacional se encuentra ahora con dos cuerpos que, al 99%, son los de ellos y con pistas que abonan la línea de investigación seguida desde un primer momento. En este caso, como en el de otras desapariciones, lo primero que hacen los agentes es investigar el entorno más próximo de las personas desaparecidas. Esa línea de investigación se ha reforzado con lo hallado en Temisas y la resolución del caso podría acelerarse en cuanto se conozcan los datos del informe del Instituto de Medicina Legal. El examen forense puede aportar luz para saber cuándo fueron enterrados los cuerpos, la causa de la muerte y también si hay indicios del autor o autores de la muerte violenta.

El análisis del lugar abona la teoría de que si fue solo una persona, pudo dejar caer los cuerpos hasta el bancal, para luego cubrirlos con piedras, arbustos y muy poca tierra. Si participaron otras personas, entonces sí pudieron ser trasladados hasta ese sitio.

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Cinco años sin rastro

Antonio y Ana María salieron de su domicilio, en Guanarteme, el 6 de marzo de 2012. Fueron vistos en una churrería próxima a la vivienda en compañía de un varón. A partir de ahí se pierde su rastro y cinco años y seis meses después, un vecino de Ingenio que estaba de cacería con sus perros ve cómo uno de los animales da con unos huesos en una zona de difícil acceso. Ahora queda saber quién llevó los cuerpos hasta allí, a unos 40 kilómetros de distancia.

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