Canarias avala ante el Ministerio su capacidad para saltar de fase

La totalidad del archipiélago cumple los requisitos exigidos por el Ministerio de Sanidad para entrar el lunes en la fase 2 de la desescalada. Así lo entiende el director general de Salud Pública del Gobierno regional, José Juan Alemán, quien ayer presentó el informe que demuestra que Gran Canaria, Tenerife, La Palma, Fuerteventura y Lanzarote satisfacen las exigencias sanitarias y epidemiológicas para acceder a esta nueva etapa que se aplica desde ayer en La Graciosa, La Gomera y El Hierro.

Alemán indicó las islas tienen resueltas cuatro exigencias para cambiar de fase: la capacidad asistencial del sistema sanitario que dada la baja incidencia de la epidemia no reviste grandes diferencias respecto a la exigida en la fase 1; la realización de una buena vigilancia epidemiológica; la detección eficaz los nuevos casos y el control de su aislamiento, además de contar con medios para informar a la población de las medidas de protección y movilidad, así como para velar por su cumplimiento.

El responsable de Salud Pública señaló que la situación de la epidemia en Canarias es muy favorable. «La curva epidémica está aplanada. El número de casos diarios son muy pocos y el de los sospechosos entra dentro de lo previsible», explicó Alemán, que insistió en que la progresión de la pandemia dependerá del comportamiento de la ciudadanía. «Lo esperable –añadió– es que sigan apareciendo casos. El virus sigue circulando y, cuanto más nos movamos, más va a circular. Lo dramático sería que no aparecieran nuevos casos, porque significaría que no seríamos capaces de identificarlos», apuntó Alemán, quien localizó la mitad de los nuevos contagios entre los contactos estrechos de casos anteriores y la otra mitad, como resultado del cribado en centros sanitarios y de mayores.

«Hay incertidumbre sobre el comportamiento tanto del virus como de la población. Esta lucha se está llevando en nuestras calles y dependerá del cumplimiento de las recomendaciones», dijo.

De momento, a tenor de los datos, la población está respetando las normas porque el número de contagios en las islas no ha acusado el inicio de los paseos, permitidos desde el 2 de mayo.

Ayer, se registraron dos muertes, una en Gran Canaria y otra en Tenerife, con lo que ya son 155 los fallecidos en las islas a causa del virus; 109 defunciones se han localizado en Tenerife, 38 en Gran Canaria, tres en La Palma y cinco en Lanzarote.

No se registró ninguno nuevo contagio, manteniéndose la cifra en 2.294, y se realizaron pruebas PCR a las 71 personas sospechosas de padecer covid-19 detectadas el domingo.

El número de altas alcanzaron las 1.572, es decir, 35 más que el domingo y la cifra de casos activos se redujo a 567 personas enfermas. De ellas, 508 están en sus casas, 45 están ingresadas en planta y otras 14 en las UCI.

En cuanto al balance de la novena semana del estado de alarma, en Canarias se han detectado 34 contagios, seis hospitalizaciones, ninguna de ellas en las UCI, cuatro fallecidos, 146 altas y 116 activos menos. Unas cifras que demuestran el estancamiento de la epidemia, ya que la semana anterior se contabilizaron 35 contagios, ocho fallecidos, 17 hospitalizaciones, tres en las UCI, 255 altas y 198 casos activos menos.

La nueva etapa de la desescalada, ya en vigor en La Graciosa, La Gomera y El Hierro, brinda más capacidad de movimiento y de contacto social, permitiendo la asistencia a bodas, velatorios y entierros con limitaciones en el número de asistentes.

Reabren, con el aforo reducido, centros comerciales, cines, teatros, museos, restaurantes y locales de hostelería, con excepción de bares y discotecas.

También en la fase 2 se podrá difrutar de las playas manteniendo una distancia mínima de seguridad de dos metros.