Incertidumbre

Hoy te presento algunos signos de ansiedad que pueden surgir en estos tiempos que podemos hacer al respecto:

¿Te has sentido preocupado durante los últimos días? ¿Tus preocupaciones no te dejan dormir? Durante este tiempo incierto, nuestra mente tiene la tendencia de pensar demasiado y crear situaciones a partir del «qué pasaría si».

Sí encuentras que esto te está ocurriendo con cada vez más frecuencia, te puede ayudar programar un momento al día para tus preocupaciones, para compartirlas con alguien cercano o, simplemente, para escribirlas en un diario. Tras hacerlo, programa algo que te distraiga de lo que ocurre fuera. Desconéctate de tus redes sociales y de las noticias. Actividades como cocinar, leer, hacer manualidades, pueden ayudarte a ello. Preferiblemente, apártate de las pantallas durante un buen rato al día.

Puede parecernos que todo es inútil en estos momentos. Qué, hagamos lo que hagamos, no va a suponer ninguna diferencia, que todo este gran caos podría no terminar. Tal vez estabas esperando algo durante mucho tiempo y se canceló. O sientes que, esta pandemia ha venido a fastidiarte la vida, precisamente cuando todo parecía ir mejor.

Estos sentimientos de desilusión son normales y no tenemos que ignorarlos. Pero sentir que siempre será así, lo que consigue es que nos hagamos más daño.

Intenta mantenerte alejado de informaciones falsas o de valoraciones catastróficas que puedan estar escondiendo intereses particulares. Recuerda, este es el momento de los oportunistas y charlatanes que aprovecharán cualquier resquicio para provocar más inseguridad.

Sigue información fiable. Fíjate en los actos de bondad y compasión, que aparecen en estos momentos de dificultad. Si puedes, contribuye a ellos, aportando tu granito de arena para conseguir que esta situación sea lo más llevadera posible para personas que lo puedan estar pasando mal. La generosidad es un magnífico antídoto de la desesperanza.

¿Te has sentido muy irritado en estos últimos días? ¿Te enfadas o te frustras fácilmente?

Puede que sientas que tus emociones están a flor de piel. Que saltas a lo más mínimo. Lo que puede convertir la convivencia en algo muy complicado, ya que conviertes a quien te rodea en un blanco de tu mal humor. Esto puede hacerte incluso peor y conducirte a una espiral de emociones negativas que se retroalimentan de la culpabilidad, por hacer sentir mal a las personas que te quieren y se preocupan por ti.

La mejor forma de desactivar esta rueda es recordándote a ti mismo que es solo una respuesta de estrés y que es normal sentirse así. Esto hará que tus sentimientos de culpa pueden disminuyan considerablemente.

La falta de espacio personal, la soledad, no poder hacer ejercicio como te gustaría ... son algunas de las fuentes que pueden contribuir a esta irritabilidad. Escríbelas en tu diario o coméntalas con alguien con quien no estés conviviendo. Esto te ayudará a entender de donde puede venir tu mal humor. Si es posible, prográmate tiempo a solas.

Sentirse cansado la mayor parte del tiempo es un síntoma común de ansiedad. Si te sientes así, es una buena idea participar en actividades que te ayuden a disiparlo.

Paradójicamente, nos cansamos más, cuanto menos hacemos. Vamos bajando nuestro nivel de exigencia propia, y nuestro cerebro se acostumbra a ello. Por ello es importante que nos aseguremos de mantener un tono físico y mental que no lo permita

Podemos bailar, seguir una rutina de ejercicios físicos online, jugar con nuestros hijos o o nuestra mascota. Cualquier cosa que nos haga feliz, conseguirá que el cansancio vaya disminuyendo progresivamente.

Asimismo, es muy importante que mantengas una adecuada rutina, especialmente en lo que se refiere a tus horas de sueño.

Si encuentras que no puedes escapar de esta “espiral” de preocupaciones o ansiedad, ponte en contacto con un servicio de atención psicológica online como el que está prestando el Gobierno de Canarias y muchos otros organismos o entidades.

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