Una plata mundial reivindicativa
Para Jorge Alexis Silva González el judo es más que un deporte. Con solo 10 años su madre llevó al gimnasio de su tío Antonio «porque pesaba mucho», rememora sin saber por entonces que justo ahí comenzó una carrera deportiva que lo llevaría a convertirse en el actual subcampeón del mundo.
Referente canario gracias a su reciente plata europea en la categoría M3 Veteranos (40-44 años) de más de 100 kilos, Silva espera que su título «sirva para que la gente se enganche, que se acerque al gimnasio a ver cómo funciona, cómo se entrena. Desgraciadamente el judo está bastante abandonado ahora mismo, hay muy poca promoción», relata dispuesto a hacer lo que esté en su mano para impulsar un deporte que para él ha estado presente desde muy pequeño.
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«El judo es sacrificio, te da estabilidad, fortaleza, te ayuda a levantarte si te caes», sostiene el también actual campeón de España y que posee el cinturón negro 4º dan además de ser maestro entrenador de judo y de defensa personal nacional.
Vecino de Agüimes, el yudoca grancanario tiene su centro de entrenamiento en el Carrizal, en el club del que es su maestro desde sus inicios Manuel Cabrera Tavío, 6º dan y que también fuera campeón de España. «Somos más de treinta adultos y luego hay algún que otro niño. Nuestro club está abierto a todo el mundo. El que quiera ir está invitado a entrenar un día. Lo hacemos todos los martes y jueves de 17.30 a 19.30 horas, en el antiguo terrero de lucha de Carrizal, en la trasera del polideportivo ChanoMelián», exclama Silva deseoso de hacer crecer la familia del judo en su localidad sureña, en particular, y en Canarias en general.
«El judo es un deporte y un arte marcial ya conocido, pero me gustaría que la gente acudiera más a los gimnasios a verlo. Si luego no les gusta pues no pasa nada, pero creo que hace falta más promoción de este deporte», dice el deportista grancanario.
«El judo ayuda mucho en la vida. Te da sacrificio y te enseña a progresar y a ser siempre positivo», añade todo un subcampeón del mundo que reivindica los valores del arte marcial.
Agradecido
Desde que se colgó la plata en Málaga, Silva no ha parado de agradecer a todos los que han hecho posible sus logros. «En el Sureste todo el mundo se ha portado de maravilla conmigo. Se lo debo todo a mi familia, mi mujer Victoria y mis hijos Yurima y Jorge, a mi maestro Manuel Cabrera, a mis compañeros en el club, a Seguridad Integral Civil por su enorme apoyo que ha prestado siempre, y a los ayuntamientos de Agüimes e Ingenio», señala consciente de que nada sería posible sin su colaboración.
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