Una filosofía sin acierto ni fluidez

La resolución ante el marco contrario y la fluidez de su fútbol son hechos por perfilar. Fue el propio Sergio Lobera quien puso el acento sobre ambas situaciones nada más terminar el partido frente al Tenerife el pasado miércoles.

Fueron los primeros ensayos concluyentes del verano. Dos enfrentamientos que ejemplificaron contra qué se va a medir el representativo durante la temporada que se inicia frente al Deportivo de La Coruña el 19 de agosto. El Tenerife de Cervera se mostró sólidamente situado desde la defensa durante los 180 minutos que duró la Copa Mahou. Las Palmas no fue capaz de anotar un gol. Tampoco destacó por la calidad de sus ocasiones.

El gol, justicia suprema, es un problema que resolver. Perdidos Vitolo y Thievy, los dos principales exponentes del fútbol ofensivo el pasado ejercicio, queda por concretar quién llevará esos galones. Spas Delev es todavía un desconocido, presentado el miércoles, no sé sabe mucho más que lo dicen sus buenas credenciales. Chrisantus es un jugador que genera una disyuntiva complicada. El club maneja una oferta que le interesa, su representante también está de acuerdo, pero el jugador pone trabas a su salida dada la confortabilidad que encuentra en la Isla y en el equipo. Eso hace que entre las búsquedas en el mercado, al margen de la atención a la situación de Aythami Artiles y el Deportivo de La Coruña, sea la de encontrar un delantero.

Luego está el caso de Máyor. Petición expresa de Sergio Lobera, quien quiso al jugador y solicitó su fichaje, ha generado cierta desencanto entre parte importante de la estructura orgánica del club. Descontentos con lo que han visto del jugador en primera persona. Además de sufrir una carencia realizadora, ya corroborada en su trayectoria.

Sobre la fluidez del juego, todavía hay paciencia. Quedan días para automatizar movimientos y paciencia para ello.

Temas

• Liga de Fútbol Profesional
• Las Palmas de Gran Canaria
• Sergio Lobera
• Segunda División
• UD Las Palmas