Directo UD Las Palmas, en directo: Luis García analiza el encuentro del conjunto amarillo frente al Mirandés

Otro disparo al pie en Granada

Jueves, 16 de julio 2020, 21:07

Las Palmas vuelve a regalar puntos en el Nuevo Los Cármenes. El equipo de Setién, desfigurado en la alineación sin Roque y con los nuevos en el banquillo, se vio superado por el empuje del colista. Jesé revolucionó a los amarillos en los últimos 25 minutos, pero no tuvo puntería.

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El experimento le salió mal a Setién a pesar de que, por oportunidades Las Palmas no mereció perder. Sacudió la alineación en el Nuevo Los Cármenes para que nadie se acomode y terminó entregando los puntos al Granada. De los nuevos, ni rastro en la alineación. Si todo el mundo daba por hecho el estreno en la foto de Jesé y Halilovic, la imagen estaba en el banquillo. La alineación demostraba que, como cualquiera, tendrán que ganarse el sitio. Y de paso, a pesar de las fanfarrias, también mandaba un mensaje de reafirmación para jugadores como Montoro, que repetía de inicio sacrificando a Roque, o Livaja, que parecía condenado a las migajas tras el mercado invernal. Ya lo dijo el cántabro en los prolegómenos, no hay sitio para todos y el banquillo y la grada, lejos de ser un exilio, será el destino natural de descartes caros, víctimas de las rotaciones y el reparto de minutos. Esta vez le tocó a Roque, además de los novatos. Ante un Granada espumoso, finalista de dramas hasta que acabe la temporada o ya no cuadren las cábalas, Setién apostaba por músculo y soldados. Con la sospecha aún latente de la última visita al Nuevo Los Cármenes, Las Palmas no se podía permitir un paso en falso ante el colista, otro fiasco de tantos a domicilio, ante su nuevo órdago continental. Y de paso, por si quedaban dudas, anclar definitivamente la permanencia. Al final, otro tiro al pie. La necesidad del Granada no permitía carajas en el arranque, así que los amarillos se dejaron las ornamentaciones en el vestuario. Tocaba correr, también para entrar en calor. Atronaban los tambores cada vez que manipulaba el balón el equipo de Alcaraz, poco dado a las sutilezas y arabescos. Sin embargo, a pesar del ímpetu local, el primer disparo con cierto sentido fue de Tana a los 10 minutos. Desde fuera del área, escorado a la derecha, el tiro salió desviado. El Granada, que hasta el momento apenas había inquietado a Varas, respondió con contundencia. Siempre a empujones, atento a la candidez defensiva de Las Palmas, aprovechó el primer regalo del que dispuso, una mala gestión entre Tana y Viera atrás, y tras un rechace de mantequilla, Andreas Pereira, desde fuera del área, colocó el balón fuera del alcance de Varas. Se vino arriba el equipo nazarí con el viento a favor, empequeñeciendo a una Unión Deportiva que cometía demasiados errores no forzados con el balón. Fallos provocados por la presión local, pero impropios en el equipo de Setién al que le comían fácilmente la tostada en el centro del campo. Así, sin dar dos pases con criterio seguidos, fue languideciendo la primera parte sin que los rizos de Ochoa corriesen peligro. El descorazonador balance ofensivo en busca del empate antes del descanso se limitó a ataques episódicos de Las Palmas, poco significativos, y faltas lejanas sin demasiado peligro. Tana volvió a mandar al limbo el balón en el minuto 27 tras una combinación con Livaja y Simón, que entró en el 18 por el lesionado Macedo; mientras que Boateng, pasada la media hora, intentó repetir la de Villarreal con una chilena más efectista que práctica a centro desde la derecha cuando Tana estaba solo para empujarla. Entre los tres palos, solo una falta en los últimos segundos de Viera que el portero local desvió a córner. Poco más en las áreas, pero el resultado parcial hacía justicia. Las Palmas necesitaba cirugía de urgencia en el ecuador. Sin embargo, no hubo cambios, al menos en el once, en el comienzo de la segunda parte. Esperaba la reacción de los mismos Setién tras las lecciones de pizarra en el intermedio. Por si acaso, ya calentaban Roque, Halilovic y... Jesé. A pesar de la oportunidad que concedió el cántabro a los titulares, el panorama no cambió. La película seguía siendo la misma. El Granada, resucitado, seguía con una marcha más acumulando méritos en el área grancanaria. Viera y Vicente, en una doble ocasión saldadas con disparos torpes ante Ochoa, tuvieron el empate nada más empezar; pero Ramos y Aly desperdiciaron hacer el 3-0 después. El partido continuaba donde quería el equipo de Alcaraz, más enérgico y comprometido con su misión de supervivencia. Las Palmas, previsible, se limitaba a intentar hilar una jugada a cámara lenta y a 50 metros de donde se fabrican los goles. Desesperante. Quique Setién, una estatua de sal tras una hora de partido en la que su equipo solo había sido un esbozo de lo que acostumbra. ¿Qué necesidad había de darle tantos minutos al rival? Incomprensible. Paradójicamente el siguiente cambio lo hizo el Granada a pesar de que, pasada la hora, Las Palmas seguía sin dar señales de remontada. Un amasijo amarillo que correteaba por el cambio en busca del balón. Fuese Jesé o no lo que necesitaba Las Palmas, el equipo requería de un zarandeo, un estímulo para, al menos, empatar. Salió en el 65 y antes del 66 ya había rozado el empate. Junto al palo, en boca de gol, falló incomprensiblemente el tanto. Sin embargo ya estaba ahí y el Granada debía tenerlo en cuenta. El partido entró en un intercambio de golpes esquizofrénicos a falta de 20 minutos para el final que, milagrosamente no acabó en remontada o sentencia. Se sucedieron las ocasiones en las dos áreas, pero los equipos, romos en puntería, se empeñaron en alargar el suspense hasta los últimos minutos. Y eso que Jesé volvió a tener otra inmejorable para erigirse en héroe en su estreno. Pero, otra vez, su disparo a bocajarro volvió a encontrarse con el portero mejicano. Setién, otra vez lento, dio los últimos 10 minutos a Halilovic, más por desesperación que convicción. Las Palmas ya no tenía patrón de juego, apostaba por la anarquía como baza para no volver de vacío a Gran Canaria. Era demasiado tarde, se había tirado más de una hora de partido a la basura. Las rotaciones, los experimentos, se deben hacer tras hechos consumados, porque de lo contrario se corre el riesgo de subestimar al rival, desnaturalizar mecanismos propios, y desaprovechar oportunidades. Esta vez no hubo sospechas en el Nuevo Los Cármenes, esta vez el Granada, el colista, fue mejor y tuvo más puntería. Europa sigue estando muy lejos.

- Ficha técnica:

Granada: Ochoa; Foulquier, Saunier, Ingason, Gastón Silva, Isaac Cuenca; Uche, Andreas Pereira, Aly Malle (Héctor, m.76), Carcela-González (Boga, m.57); y Adrián Ramos (Kravets, m.87).

Las Palmas: Javi Varas; Michel Macedo (David Simón, m.18), Lemos, Bigas, Dani Castellano; Vicente (Jesé, m.67), Montoro, Tana, Viera; Boateng y Livaja (Halilovic, m.81).

Gol: 1-0, m.17: Andreas Pereira.

Árbitro: Del Cerro Grande (C. Madrileño). Mostró cartulina amarilla a los locales Andreas Pereira, Uche, Adrián Ramos, Saunier y Gastón Silva; y a los visitantes Boateng, Pedro Bigas y Lemos.

Incidencias: Partido correspondiente a la vigésimo primera jornada de la Liga Santander disputado en el Estadio Nuevo Los Cármenes ante 14.000 espectadores. Antes del inicio del partido se guardó un minuto de silencio por el reciente fallecimiento de Manuel Ramón Chaure, ex técnico de las categorías inferiores del Granada.

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