Los dos que faltaban

Hernán Santana y Javi Castellano recibirán hoy el alta médica y podrán entrar ya en los planes de Quique Setién. Ambos son los únicos jugadores inéditos de la plantilla de la UD Las Palmas por las lesiones que han venido arrastrando, por lo que, en adelante, el entrenador dispondrá de todos sus efectivos.

Enfermería vacía. Que ya es decir en la UD. Porque desde hace más de un año no se producía esta circunstancia. Y es que Javi Castellano, cuya baja data de agosto de 2015, nunca ha podido figurar para Setién, lo que convierte en noticia y bien grande su regreso a la normalidad. Trece meses y medio lleva lejos de la competición del mediocentro grancanario y, aunque se le ha visto ejercitarse al mismo ritmo que sus compañeros, son lógicas las incertidumbres que rodean su reaparición. La gravedad de la dolencia en su rodilla izquierda (el primer diagnóstico fue una lesión osteocondral en el cóndilo externo del fémur, que, luego, vino acompañada de una rotura y desplazamiento del menisco) invita a extremar las precauciones con el gemelo, quien ha llegado a simultanear entrenamientos con el filial para acelerar su puesta a punto.

Con respecto a Hernán, al que ya castigaron percances físicos el curso pasado a partir de la segunda vuelta (únicamente pudo intervenir en 18 partidos para un total de 926 minutos), los problemas actuales se arrastran desde mediados de julio, cuando sufrió un edema óseo en el menisco externo de su rodilla derecha. Al igual que Javi Castellano, lleva varias semanas de trabajo a buen ritmo, aunque con un plan individualizado a las órdenes del readaptador Jesús Suárez.

Diosdado Bolaños, médico de la UD, tiene previsto evacuar una consulta con el doctor Cugat, especialista que ha estudiado y supervisado las lesiones y recuperaciones de los dos, para continuar con el protocolo establecido. Pero lo peor ya ha pasado y ahora inician una nueva e ilusionante etapa para hacerse visibles a ojos del entrenador, quien los tiene en alta consideración y los recibirá con la mejor disposición. El equipo funciona como un tiro, pero añadir competencia de esta cualificación redundará, para bien, en todos.

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