Las normas para permanecer en la ULPGC no se modificarán

El Consejo Social de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) no cambiará las normas para permanecer en la institución, al menos, durante los próximos cuatro años. Así lo afirma su presidente, Ángel Tristán Pimienta, que defiende que los resultados de su aplicación han sido «extraordinarios».

Las normas de Progreso y Permanencia fue uno de los focos de atención durante la campaña de elecciones al Rectorado, que finalizó la semana pasada con la elección de Rafael Robaina. Tanto el rector electo como los candidatos Alberto Montoya y Eduardo Galván mostraron su voluntad de negociar con el Consejo Social que tiene la competencia exclusiva en su diseño para suavizarlas y mitigar las dificultades con las que se encuentran los alumnos que no cumplen con los requisitos establecidos y que deben abandonar la Universidad. Ahora, el Consejo Social reitera que dicha normativa «no será modificada a corto plazo debido a los extraordinarios resultados que está teniendo», al mismo tiempo que garantiza una gestión «eficiente de los fondos públicos que financian la universidad». Los resultados obtenidos desde que el reglamento fue aprobado en 2012, asegura Tristán Pimienta, están plasmados en un estudio liderado por el profesor Gonzalo Marrero. El documento arroja, por un lado, que «se ha producido un aumento de la tasa de éxito docente de entre 4 y 11 puntos, que varía en función de las titulaciones» y, por otro, «que la pérdida de alumnos de la ULPGC responde a la pérdida natural que han tenido todas las instituciones universitarias. «En el curso 2012-13, la marcha llegó a más de 5.000 alumnos, mientras que desde que se han aplicado las normas, la cifra se reduce a 1.600», apunta el presidente del Consejo Social. Varias voces de la universidad han criticado que las normas de Progreso y Permanencia de la ULPGC sean «más exigentes» que las de la Universidad de La Laguna (ULL), pese a que ambas sean financiadas por los contribuyentes canarios. «Cada una tiene autonomía para elegir, y nosotros elegimos un modelo apropiado para la función que debe cumplir la ULPGC que nos da buenos resultados. Además, no tenemos que mirar hacia la normativa de la ULL, sino hacia la que tienen las universidades que están de la mitad para arriba en los rankings», zanja Tristán Pimienta. De acuerdo con las normas, los alumnos de la ULPGC están obligados a: en el primer curso matricularse de todas las asignaturas y aprobar, al menos, tres de ellas (18 créditos); en el segundo curso y en adelante, deben matricularse de un mínimo de ocho asignaturas y aprobar el 50% de los créditos en el caso de los grados no técnicos y el 40% de los grados de Ingeniería y Arquitectura. Para aprobar cada una de las asignaturas, los alumnos cuentan con seis convocatorias a lo largo de la carrera, que cuentan aunque no se presenten, más una séptima de gracia.

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