La Rama, una fiesta para vivirla
Como cada 4 de agosto, la bajada de La Rama llena el municipio de Agaete de fiesta y tradición. Una cita que arranca a las 05.00 horas para celebrar durante todo el día la gran fiesta del pueblo costero. Precisamente son los lugareños los que viven con mayor intensidad esta fecha, llenando sus hogares de alegría e ilusión. Las casas se convierten en pequeños restaurantes que acogen a familiares y amigos en una jornada donde lo más importante es pasarlo bien. No falta detalle alguno en esta Rama. Entrañables papagüevos que bailan al son de la música de las bandas Guayedra y Agaete, acompañados por la multitud que ríe, salta y goza con las tradicionales piezas de los grupos. Sentimientos que se agolpan entre los más adultos y sensaciones nuevas para los más jóvenes, que van llegando desde primera hora de la mañana para comenzar a disfrutar del ambiente. Después está el turista, que pudo haber venido desde cualquier parte del mundo para no perderse el evento. Un evento que crece con cada edición, superando las expectativas del año anterior. Y así, entre las historias de cada uno para venir a La Rama, al final el objetivo siempre es el mismo: divertirse. Ropa cómoda, calzado deportivo, gorro de paja y buen rollo... es todo lo que se necesita para conseguirlo. Comida y algo de bebida -algunos más que otros-, porque habrá que combatir el calor (y resistir hasta la madrugada o hasta que el cuerpo aguante), pero con moderación para no echar por tierra el sueño de todo un pueblo que espera cada año volver a vibrar con la rama calle abajo. Una vez más, Agaete se ha convertido en un punto de encuentro para muchos. Sonrisas y miradas plasmadas en los selfis. Fotos que quedan para el recuerdo. Y una ilusión, la de volver a La Rama, porque para vivir la fiesta hay que hacerlo desde dentro.
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