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José Miguel Junco Ezquerra: «Ser poeta es una enfermedad»

Jueves, 16 de julio 2020, 09:32

Telúrica, explosiva, cálida y rocosa. Así es la mujer oceánica de la que nacen los isleños perfilada en el último libro de José Miguel Junco Ezquerra,. Un poemario que, según el autor, cierra un ciclo de 30 años en los que ha conseguido depurar y simplificar su escritura.

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«Rompe la falla que tendrá tu forma,/ las múltiples maneras de mostrarte:/ los pechos en su empuje,/ los brazos que se extienden,/ los nueve dedos de volcán,/ tus miembros con el pelo atormentado,/ el pez que se te nace en la cintura./ Mujer de lava que bordó en lo oscuro/ la estela de un comienzo remotísimo». De este modo, el poeta José Miguel Junco Ezquerra (Las Palmas de Gran Canaria, 1951) narra el origen telúrico de un mundo cuyo recuerdo petrificado aún le asombra.

Esta venus volcánica inspira buena parte de los poemas recogidos en su nuevo libro. «Está dividido en cuatro bloques. El de La mujer de lava en realidad es la síntesis de dos ideas: una, el nacimiento de la tierra desde el fondo marino por la acumulación de magma y la segunda idea, la mujer en general y la isleña en particular: su capacidad de concebir y de proteger la vida y, en los momentos más duros, luchar por ella anónimamente ocupando siempre un rol secundario», explica el autor sobre el poema que da título a un libro que cierra un ciclo de tres décadas de escritura en las que se ha empeñado en eliminar «los ornatos innecesarios y en armonizar los elementos del poema: la palabra, el tono, el ritmo, la música, las imágenes y lo que, intencionadamente, no está».

Los otros tres bloques -Donde estamos escritos, Di sílabas extrañas y Botella al mar- agrupan poemas de corte existencial, amoroso y social, respectivamente. «Son poemas humanos», apunta sobre el último apartado el autor «remedando a César Vallejo». En este bloque, Junco reivindica la memoria histórica y «la dignidad innegociable como punto de partida de la civilización», como origen del camino hacia la utopía.

EN LA SANGRE. José Miguel Junco creció en un ambiente literario. «Mi padre ya era poeta. Me crié desde pequeño oyendo versos. Leía con mucha naturalidad poesía», explica el autor que confiesa que, cuando era un niño, aspiraba a «hablar como escribían los poetas».

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Acerca de su pulsión literaria sostiene que, amén de tener una mayor o menor sensibilidad hacia la lírica, «cuando la necesidad de escribir se instala en sangre, a partir de ahí, es irremediable. Ser poeta es una enfermedad. Es una adicción. Uno escribe porque no le queda más remedio», comenta el autor abocado a este género. De hecho, confiesa tener bastante material sin publicar porque también «tiene prudencia».

«Cuando uno escribe un poema, uno se hace medium: recibe una emoción o sensación, entonces aplica unos recursos y técnicas, y te haces de medium entre las emociones y las palabras, con la conciencia de que el poema se termina únicamente cuando el lector lo hace suyo. Si se logra, eso el poema está terminado», añade el escritor que usa la escritura para neutralizar el asombro que le causa la vida y encontrarle el sentido que la razón no consigue darle.

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CITA CON EL AUTOR. La mujer de lava de José Miguel Junco Ezquerra se presentará el jueves 24 de noviembre en el museo Poeta Domingo Rivero, en la capital grancanaria. La cita será a las 19.00 horas y contará con la participación de Pedro Flores y de Evelyn de Lezcano.

Junco Ezquerra publica este poemario con La discreta, una editorial radicada en Madrid que cuenta con 300 suscriptores. «Es de un grupo de intelectuales que, más que nada por amor al arte, se dedican a la edición».

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