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José de León: "En Podemos no cabe discrepar"

Jueves, 16 de julio 2020, 11:09

El portavoz de Sí Se Puede en Gran Canaria, conocido en el activismo social como Pepe El Uruguayo, tiende la mano al partido en el que también milita para conciliar posiciones e identificar una acción política común. Sin embargo lamenta los límites a abrir vías de diálogo que dice encontrarse.

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¿Sí Se Puede se extiende por las Islas con la idea de relegar a Podemos de la primera línea? Este proyecto no cae del cielo, lleva más de diez años trabajando en Canarias, mucho más que Podemos. Muy arraigado en Tenerife, pero también en La Gomera, en La Palma e, incluso, en Lanzarote, a través de Alternativa Ciudadana. En la medida en la que existe esta realidad, y había dificultades para desarrollar un trabajo político en este Podemos, tal y como está, pensamos que lo prioritario es trabajar con la gente, pensar en positivo y dejarnos ya de follones. ¿Pero vienen a ocupar su espacio en la política insular? Sí Se Puede está desde el minuto uno acompañando este proyecto. La primera vez que vino Monedero a Tenerife antes de las elecciones europeos lo trajo Alternativa Ciudadana. Tiene cargos públicos importantes en la representación orgánica de Podemos, por lo que no entendemos por qué en un momento determinado se nos empezó a mirar como el enemigo dentro de casa. Cuando estábamos participando de manera colaborativa. Sí Se Puede es un partido autónomo, y se puede respetar esa autonomía como ocurre en muchos sitios del Estado, como las Mareas gallegas o Compromis en Valencia. Esto se trata de no de volver a la idea tradicional de los partidos, en el sentido de que le debo lealtad a las siglas como si fuera una cosa sacrosanta, o entendemos que hoy en día son herramientas e instrumentos para llegar a grandes cotas políticas. No hay que trabajar en enfrentarnos, porque la lógica pide lo contrario. ¿Sí Se Puede quiere seguir de la mano de Podemos? Es un fenómeno político incontestable, que ya ha removido los cimientos políticos del Estado. Pero hay que ser claro, fundamentalmente es una marca electoral. No es un partido con una estructura democrática organizativa, con sus bases, con sus comités. Especialmente porque ha sorteados unos procesos electorales muy duros, tanto internos como externos, que no le ha permitido desarrollar su estructura. Más que nada es una gran marca electoral, que en Canarias consiguió 230.000 votos en su mejor momento. Eso era algo impensable, en la época de la Unión del Pueblo Canario cuando se consiguieron 100.000 votos y eso marcó un hito. Lo que no nos gustaría es que en una próxima cita electoral hagamos como se ha venido haciendo en la izquierda hasta ahora y participar compitiendo, ese es un escenario que no beneficia a nadie. ¿Por qué es tan difícil la convivencia de distintas posiciones en Podemos Canarias? Porque se sigue con la vieja concepción de ‘el partido es mío’. Por lo tanto, todas las discrepancias que se puedan plantear no tienen cabida. Y eso evidencia falta de cultura democrática. Una falta de respeto a las diferencias y a valorar que lo importante está en la diversidad y en el consenso. En superar tus propias ideas con las de otros. El grupo de personas que dirige Podemos en Canarias no entiende la diversidad, elimina y quita en vez de sumar e integrar. Cuando se está al frente de un proyecto político se trata de ser magnánimo, y no aprovechar la posición de poder para eliminar las divergencias. Pìden el amparo de Madrid... Estamos dando un espectáculo muy triste de enfrentamiento entre personas con una larga trayectoria de lucha. Lo que pretendemos desde Sí Se Puede es poner en primer plano del discurso cosas positivas y arreglar la relación con Podemos. Por eso hemos mandado esa carta al secretario general y a otros órganos diciendo que vamos a sentarnos a normalizar la relación y establecer unos códigos de funcionamiento y mirar ciertas cosas, no utilizar los expedientes sancionadores, como hasta ahora, para solventar los conflictos. Queremos que se entienda que no tiene sentido un cambio político en Canarias sin estas dos organizaciones. En la carta a Pablo Iglesias piden la retirada de los expedientes a Juan Manuel Brito y Dailos González. ¿Entienden que en estos casos se da un ajuste de cuentas por fobias personales? Nunca se ha aceptado el que no salgan adelante sus posiciones. Si gana la plancha alternativa para la candidatura al Cabildo y, además, se propone un pacto de progreso en la corporación que fue refrendado por el 75% de la militancia, no queda más que aceptarlo. No torpedear algo que democráticamente fue así. Lo único que cabía era el diálogo, no el enfrentamiento. Así se han ido muchas personas de los consejos ciudadanos insulares, con mayoría de personas que no tienen nada que ver con Sí Se Puede. Y el Autonómico yo creo que ahora no tiene ni quorum, por lo que debe haber una reflexión interna que les lleve a democratizar. ¿Por qué, si se sienten maltratados por la dirección de Podemos en Canarias, no abandonan el partido? Porque a nosotros, en el régimen interno del partido, nos eligió la militancia. Y a los cargos públicos los escogieron los ciudadanos. Podemos es un proyecto político de la ciudadanía, que es quien lo ha construido con su respaldo electoral. Además, estatutariamente el partido permite que puedan convivir varias realidades lo que se trata es de sumar. No tenemos que irnos de un proyecto que es de todos. Por eso cuando presentamos Sí Se Puede dijimos que nuestra intención es no irnos de Podemos. Uno de los puntos que se valorará en Vistalegre es el de revisar la doble militancia. ¿Si se cierra esa vía qué camino tomarán? Se da un tema curioso. Se supone que Vistalegre es el culminación de un proceso democrático del que ha participado toda la militancia. Pero, claro, si ya vas con las ideas prefiguradas de lo que se va a decir, sin haber creado en Canarias los cauces democráticos para debatirlo, sin primarias y expulsando a los que opinan diferente, ¿quién va a ir defender otras posturas y a ser parte de un proceso de debate? Lo lógico es que desde las Islas fueran a Vistalegre con un debate amplio y discrepante. Plantearse la doble militancia no nos parece democrático. En esta etapa no tiene sentido un partido que absorba todo lo que hay alrededor. Hablamos de una organización nueva, que no puede volver al viejo esquema. ¿Y en este fango dónde queda la acción política? Hay un déficit real que es donde queremos entrar con Sí Se Puede. Ya estamos trabajando en los municipios, que es una de nuestras columnas vertebrales. En muchos municipios de Tenerife o La Gomera hay un trabajo muy potente. Discutiendo los problemas de los vecinos. Y eso es lo que hace falta en Gran Canaria, donde ya hay experiencia como Asamblea Valsequillera o Ando Sataute. Y nuestra idea es no tragarnos esos proyectos, sino sumar manteniendo su identidad.

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