El acusado de decapitar a su madre, al banquillo el lunes

El hombre acusado de matar a su madre en el barrio de El Secadero decapitándola con un hacha se sienta a partir del próximo lunes en el banquillo de los acusados de la Audiencia para ser juzgado como presunto autor de un delito de asesinato. Se enfrenta a 18 años de cárcel.

Un tribunal popular conformado ante la Audiencia de Las Palmas juzgará entre el próximo lunes 9 y el viernes 13 de enero a Domingo Martín S.J., un grancanario de 50 años que en el verano de 2014 mató a su madre de 86 años en la casa donde ambos vivían, en el barrio capitalino de El Secadero, decapitándola con más de una decena de golpes de hacha después de haberla sedado con ansiolíticos. El fiscal le acusa de un delito de asesinato con la agravante de parentesco y la atenuante de confesión, y pide para él 18 años de cárcel. Según el informe del Ministerio Público, desde el año 2003 el acusado venía conviviendo en el domicilio familiar del barrio de El Secadero con sus padres, «sin que desde la citada fecha tuviera actividad laboral conocida». El imputado se había encargado del cuidado de su madre, María del Rosario J.G., a quien en el año 2013 le habían diagnosticado Alzheimer. La acusación pública apunta que a consecuencia de la separación de los padres de Domingo Martín, acaecida en torno a 2012, en la vivienda permanecían solos el acusado y su madre, «produciéndose a partir de entonces diversas desavenencias en el núcleo familiar, relativas al patrimonio de los progenitores».

melones y sandías. Asegura el fiscal que «por razones no aclaradas», a principios de 2014 el acusado decidió matar a su madre. En febrero se compró un hacha y se inició en su manejo, entrenando con «melones y sandías». «Con la finalidad de asegurar el resultado pretendido», dice la acusación pública, durante la noche del 25 de junio de 2014 y «a modo de prueba», Domingo proporcionó a su madre durante la cena un vaso de agua en el que había disuelto varias pastillas del ansiolítico Aneurol, comprobando que tras su ingesta la misma se había quedado profundamente dormida. En la mañana del día siguiente el acusado repitió la operación y le dio a su madre las mismas pastillas mezcladas con leche, de desayuno. La mujer quedó en un estado de sedación tal que «durante el trayecto de la cocina al salón fue incapaz de salvar por su propio pie los escasos metros que separaban ambas dependencias, perdiendo la consciencia». El propio acusado la recogió y la depositó en el suelo del salón, con la espada apoyada al sofá. A continuación, Domingo Martín se fue al sótano, cogió el hacha, regresó al salón y descargó el arma contra su madre. Asegura la acusación pública que erró la trayectoria en el primer golpe, y la hirió únicamente en uno de sus ojos. A continuación, la tumbó en el suelo, «donde le propinó diversos golpes a la altura del suelo, en un número aproximado de una docena. seccionando completamente la cabeza del tronco». Subraya el fiscal que la mujer no tuvo oportunidad alguna de huir o repeler el ataque, dado su estado de sedación. Domingo Martín cubrió el cadáver de su madre con una sábana, se aseó y abandonó la vivienda. Estuvo deambulando por varias zonas de la capital grancanaria y en horas de la tarde del mismo 26 de junio de 2014 se presentó en una comisaría de Policía, relatando lo que había hecho antes de que el crimen se hubiese denunciado por terceros.

Temas

• Juicios
• Amnistia Internacional