Dos hermanos, asesinados

La Policía Nacional admitía anoche que avanzar las posibles causas de la muerte de los dos menores hallados ayer en su casa, en el barrio santacrucero de Vistabella, es «especular», pero sí admitía que los cuerpos no tenían signos de violencia. Los padres están hospitalizados y custodiados por la Policía.

Todas las hipótesis están abiertas y «la situación es muy confusa», admitía anoche la Policía Nacional mientras agentes de la Brigada Judicial del Cuerpo Nacional de Policía seguían inspeccionaban la vivienda unifamiliar en la que a media tarde agentes la Policía Local de Santa Cruz de Tenerife hallaron los cadáveres de dos menores de seis y once años, así como al padre del niño menor, herido y en estado de shock, y a la madre de ambos posiblemente afectada por la ingesta de algún medicamento y también en shock.

El juez procedió al levantamiento de los cadáveres pasadas las ocho de la noche para su traslado al Instituto de Medicina Legal donde este miércoles, previsiblemente, se les practicará la autopsia.

El hecho de que los cuerpos de los dos menores no presentaran signos de violencia, según la Policía Local y la Policía Nacional, hace pensar en la posibilidad de que los niños fueran o bien asfixiados o bien que les hicieran ingerir alguna sustancia que provocara el fallecimiento.

También se desconocía ayer si fue solo la madre la que acabó con la vida de los menores o fueron ambos. La Policía Local detuvo nada más llegar a la vivienda a la madre, una mujer de 40 años con problemas psiquiátrico diagnosticados, que, al igual que el padres del menor de los niños, fue trasladada a la Unidad de Psiquiatría del Hospital de la Candelaria (HUNSC), donde ambos permanecen custodiados por la Policía.

La Policía Local, la Canaria y la Nacional recibieron el aviso del hallazgo de los dos cadáveres desde la sala de emergencias 112 en torno a las 16.30 horas. Dos horas y media antes la hermana de la mujer había acudido a la Comisaría de la Policía Nacional para alertar de que sus sobrinos no habían ido esta semana al colegio. Además, relató que el lunes, a las 20 horas, había ido a casa de su hermana y que ésta no le dejó ver a los niños «porque estaban durmiendo». También alertó la tía de los niños de que «llevaban una semana raros», como «cohibidos», y relató la depresión que padecían tanto su hermana como la pareja de esta y padre de su hijo menor.

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