Dámaso se entrega a los canarios
Emocionado y conteniendo las lágrimas, el artista Pepe Dámaso anunció el gran proyecto artístico de su vida: la donación de su patrimonio a todos los canarios. «Si la cultura no está hecha para el ser humano y para el hombre, no sé para quién es», dijo el creador tras protagonizar el mayor acto de generosidad artística que se recuerda en Canarias.
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«Desde mi conciencia de creador y en la etapa más serena y hermosa de mi vida, hoy, convaleciente de mi grave enfermedad, careciendo de familia y desde la honesta convicción desinteresada y sin argumentos vanos, deseo expresarle -porque ha sido así el motivo principal durante toda mi vida de creador- mi decisión irrevocable de donar la totalidad de mi patrimonio artístico al Gobierno de Canarias. Siempre creí en Canarias, en su tropicalidad y en su pueblo generoso, por ello es mi voluntad que el maravilloso archipiélago de Canarias acoja mi legado a través del Gobierno de la comunidad autónoma». Con estas palabras, Pepe Dámaso (Agaete, 1933) «está haciendo herederos de su talento y de su gran obra, gran obra que ha conservado -pudiendo haberla vendido o dispersado por el mundo- para dejárnosla a los dos millones de canarios», señaló el miércoles el presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, en la casa del artista, del que destacó su «generosidad y humildad».
En total, Dámaso dona a los canarios, a través de la figura del Gobierno autónomo, alrededor de 6.000 obras de arte, varias casas, fotografías y documentos, como la correspondencia que mantuvo con César Manrique, además de su colección de arte que incluye piezas de Manolo Millares, Martín Chirino, Miró o el propio Manrique.
Por su lado, Clavijo se comprometió públicamente a crear un museo dedicado a Dámaso en las ocho islas. «La obra, al ser tanta y por su naturaleza, se presta. Juanita, La Rama y Balos, iría a Gran Canaria; la serie de Las Sabinas, para El Hierro; en Tenerife, la de Pessoa...», comentó el pintor, cuya producción artística crece constantemente impulsada por su vitalidad y su genio. Por ello, el primer paso que dará el Gobierno regional será inventariarla, valorarla y editar un catálogo razonado, indicó Clavijo.
«El arte tiene que hacerse para los demás: para recibirlo, gozarlo y, a veces, sufrirlo, porque no todo es tan fácil, pero estoy emocionado de lo feliz que soy», dijo el polifacético artista con lágrimas en los ojos y el deseo de que su donación ayude a los canarios a «ser cada vez más humanistas y a creer en el otro».
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UNA GRAN FAMILIA. A pesar de los disgustos que le está dando su salud, Dámaso está más feliz que nunca. Su obra sobre Visconti se está exponiendo en Italia y prevé exhibirse en Nueva York. Además, está trabajando en una nueva serie sobre Ramón Llull por encargo de una galería. «No sé si es porque estoy viejo y me voy a morir, pero me estoy poniendo de moda y me voy a hacer rico después de viejo», bromea el artista, que el 5 de agosto, coincidiendo con el día de la patrona de Agaete, salió del hospital donde fue intervenido en junio de un pólipo de colon. «He aceptado mi vejez y mi madurez en el post-operatorio», dijo el artista, que ayer abrió las puertas de su casa al presidente del Gobierno canario, a la consejera de Hacienda y a un nutrido grupo de periodistas. «Está muy bien que los políticos se acerquen a la cultura y vengan a la casa de los artistas. La cultura está desasistida y el artista abandonado. No es fácil sobrevivir. Yo estoy solo, pero imagino lo que debe ser para un chico con mujer e hijos, con pocos estudios para trabajar. Sin la educación y sin la cultura, no viviremos», afirmó el pintor, al que Carmensa de la Hoz le recordó que tiene por herederos a dos millones de canarios. «¿Te parece poca familia?», añadió.
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