Setién vuelve al Gran Canaria en medio del lío
El técnico que enamoró a toda una isla, a media España y a una buena parte de Europa, gracias al fútbol que hizo desplegar a la UD Las Palmas, regresa a casa en medio del caos. Con el fulminante cese de Ayestarán presente, el entrenador cántabro volverá a sentarse en el banquillo del Gran Canaria, pero esta vez lo hará en el de visitante.
El 19 de octubre de 2015, el camino de Setién y el de la UD se juntaban. Y, desde su llegada al club isleño, cautivó a toda la hinchada amarilla. Amante del buen fútbol, rescató a magos en el ostracismo como Tana. Su fichaje sembró ciertas dudas debido a su inexperiencia en la élite, pero su convicción en su idea de juego fue capital para la consecución de la permanencia en Primera División. Cogió al equipo hundido y lo convirtió en pura poesía sobre el tapete. Lo salvó y rozó la excelencia. Y, cuando todo parecía indicar que la historia de amor entre Setién y Las Palmas sería eterna, llegó la hecatombe. Sus discrepancias con la dirección deportiva y el presidente precipitaron su adiós.
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Y, ahora, con una UD en paños menores, tras no funcionar con ninguno de los dos entrenadores por lo que ha apostado esta temporada, el flautista santanderino vuelve a la que fuera su casa. Aún con los «Quique, quédate», en la retina, el que probablemente fuera el mejor técnico en la historia moderna de la Unión Deportiva, viene como visitante y con unas ganas inmensas de asaltar el Gran Canaria, ya que hace cuatro partidos que los blanquiverdes no prueban el sabor de la victoria.
El clima es propicio para Setién, no tanto para Las Palmas, penúltima en la tabla y con demasiada ansiedad en la mochila. El público, soberano, ya ha dictado sentencia en varios encuentros de esta campaña. Pitos y recriminaciones hacia el palco amarillo. De momento, ya ha caído Pako Ayestarán pero las miradas siguen en dirección hacia las altas esferas del conjunto grancanario.
Lo que es un hecho es que el regreso de Setién al recinto de Siete Palmas, donde tantas alegrías regaló, va a causar un revuelo en las emociones de una hinchada asqueada y cansada de las malas decisiones y los resultados de su equipo.
Los jugadores lo tienen en gran estima, al igual que la hinchada. La relación era idílica, pero se rompió y las vidas del preparador cántabro y la de la UD se separaron. Y, de momento, a Setién le va mejor que a Las Palmas. Los sevillanos son octavos y pelean por los puestos de Europa; mientras que Las Palmas aún se enfrenta a sus propios miedos e incertidumbres.
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