Una gala libertaria para un cine utópico

El espíritu crítico y contestatario del mayo francés del 68 impregnó la gala de apertura del certamen cinematográfico grancanario, que contó con el presentador más incombustible y rebelde de la radiodifusión española; José Miguel Monzón, alias el Gran Wyoming.

Durante la exposición de los contenidos del festival, que este año conmemorará el 50 aniversario del convulso mes parisino con el ciclo Revolución 68, un combo formado por músicos de distintos grupos canarios –la Monkey Business Band, dirigida por Sergio Miró– invitó a viajar en el tiempo a través de los auténticos himnos acuñados por autores tan dispares como Jimi Hendrix o Violeta Parra.

Referencias a la libertad sexual nacida en el 68, a las consignas y pintadas que se repitieron en las míticas protestas y al valor de aquellos estudiantes galos que invadieron las calles parisinas salpicaron un discurso evocador en el que no faltaron guiños a la actualidad, como la ley mordaza o la protesta de los jubilados españoles, que 50 años después de que sus coetáneos franceses se sublevaran contra el pétreo orden establecido, han tenido que lanzarse a las calles para pedir pensiones dignas. «Cuidado con ellos que siguen siendo pastilleros. Eso sí, ahora lo que toman son el Almax, los antiinflamatorios, las pastillas del azúcar y las de la tensión. ¡Cuidado, que tienen todo el tiempo del mundo!», espetó el presentador.

Durante la gala quedó claro que el festival, siguiendo la senda abierta por cineastas de aquella época como Godard, Pasolini, Truffaut o Agnès Varda, apuesta por un cine de vanguardia que rompa también con lo establecido.

Por eso, las películas que se proyectarán en el festival grancanario difícilmente se podrán ver fuera de este certamen. Así lo recordó Wyoming quien aseguró que las secciones Panorama España y Panorama harán un repaso «a un año de cine. Eso sí, cine sin estreno comercial; películas que ahora lloran por las esquinas en busca de un distribuidor, un humilde exhibidor... ¡una sala, por piedad!».

Y es entonces cuando aparece el festival capitalino y acoge en su sección oficial a concurso un total de 14 largometrajes y doce cortos que en su mayoría proceden de países de Oriente Medio y Asia. En este sentido, el director del festival, Luis Miranda, señaló en su intervención que la idea que se ha querido destacar con el guiño a Mayo del 68 es que la creación debe de ser un «ejercicio radical y libre», en unos tiempos como los actuales dominados, por lo políticamente correcto y por el puritanismo.

Además, la gala contó con la presencia del director rumano Radu Jude, un autor al que se le dedica una sección retrospectiva y cuyo cine fue definido como «intenso, pero también irónico, realista, pero imaginativo, compasivo, pero sin concesiones».

Más aplaudida aún fue la presencia del protagonista absoluto de la inauguración del festival; el artista Pepe Dámaso, que no quiso perderse el estreno del documental El pintor de calaveras en el que el director valenciano Sigfrid Monleón ha plasmado los principales rasgos de su personalidad artística.

El segundo y último pase de esta incursión fílmica en la vida del creador agaetense será mañana, a las 12.00 horas, en los Multicines Monopol. Luego habrá que esperar a su estreno en los cines.

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