La vendimia estival será menos productiva que las precedentes
La recolecta es probable que pase de 2 millones de kilos de fruta, a expensas de la evolución de las parras este mes
Las vides lanzaroteñas están ofreciendo esta primavera un comportamiento relativamente anormal, como consecuencia de las temperaturas por debajo de lo habitual en marzo y abril. Aún hay parras que no han terminado de reventar, según las observaciones que están realizando técnicos del Consejo Regulador de Denominación de Origen de Vinos de Lanzarote, de manera que ya se puede dar por seguro que la vendimia estival sumará menos fruta que las recolectas de los dos años precedentes.
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En principio, se confía en al menos llegar a una producción de algo más de 2 millones de kilos de uva. Es decir, nada que ver con la espectacular campaña de 2018, cuando las bodegas asumieron casi 4 millones de kilos de fruta. También quedará la campaña, en consecuencia, por debajo del registro de 2017, año en que se pasó de 3 millones de kilos de uva; quedando al menos el consuelo de que la vendimia de 2019 será superior a la de 2016. La campaña de hace tres años, con menos de un millón de kilos de fruta, consta en los anales como la peor de todo el siglo.
Para rebasar la cota de los 2 millones de kilos de uva habrá que ver cómo se da la climatología en las próximas ocho o nueve semanas. Este factor será clave para evitar daños a causa de brotes de mildium, que se han dado de últimas, si bien están controlados, gracias a la experiencia que ya tiene el sector a la hora de aplicar tratamientos. Además, habrá que ver si el calor de junio será suficiente para que se vea favorecida la maduración.
Y sea como sea, ya se tiene asumido por el Consejo Regulador que habrá que trabajar con maduraciones dispares, que generarán, en lógica consecuencia, uvas a distinto tiempo, de manera que la campaña de recolecta es probable que dure mucho más de cuatro semanas. Y con la particularidad, de que este fenómeno se dará tanto con las uvas blancas, que nuevamente será la predominante, como con las tintas.
El grueso de la recogida se espera que pueda concretarse entre los días finales de julio y las primeras fechas de agosto, de manera que nuevamente será una de las primeras campañas de los países europeos. En el continente, por lo general, habrá que esperar hasta septiembre y octubre para las recolectas
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