La cosecha de la aceituna peligra por los constantes cortes de agua en Pájara

Catalina García / Puerto del Rosario

La cosecha de la aceituna peligra en el municipio de Pájara por los «largos y constantes» corte del suministro del Consorcio de Abastecimiento de Aguas a Fuerteventura (CAAF). La Asociación Agrupación Agrícola Parcial de la isla se hace eco de los olivareros de Mézquez, Buen Paso y alrededores que pasan «por graves dificultades» de cara a la campaña del aceite de este año, avisa Leocadio Araya, presidente del colectivo.

El problema de los cortes de agua se repite desde hace más de seis años, pero esta vez coinciden con el crecimiento de la aceituna, que requiere mayor riego para a su vez conseguir un mejor y más litros de aceite. En Mézquez, Buen Paso, Lindo Aguaje y otros zonas de cultivo del municipio del sur majorero se concentra gran parte de los olivareros de Fuerteventura, que incluso cuentan con almazara propia en algunas de las fincas. De hecho, junto con Tiscamanita, en el municipio de Tuineje, Pájara produce la mayor cantidad de aceite oliva virgen en la isla.

«Verdaderos quebrantos»

La Asociación Agrupación Agrícola Parcial de Fuerteventura, que se creó hace medio año a raíz fundamentalmente de las dudas en la convocatoria de subvenciones al agua agrícola, asegura que el problema no solo afecta al olivo y al campo en general sino que se extiende a la ganadería. «Es en verdad un grave inconveniente para todos los residentes de estos lugares de Pájara que sufren verdaderos quebrantos, no sólo en su economía, sino en su rutina diaria al ver que no se puede funcionar con regularidad y normalidad en sus hogares y negocios relacionados con el sector primario», asegura Leocadio Araya.

La solución a los cortes de agua del CAAF es «relativamente sencilla», a entender del colectivo de agricultores parciales, mas el Cabildo y los ayuntamientos «a día de hoy no han puesto remedio, aún teniendo pleno conocimiento ya que se les ha comunicado al CAAF por escrito y a las instituciones públicas en muchas ocasiones».

En enero

Aparte de que el precio del agua agrícola quede fijado de manera definitiva en 0.60 céntimos, el colectivo creado en enero de este año demanda que ayuntamientos y Cabildo colaboren en el mantenimiento de las estructuras agrarias tradicionales o no relacionadas con captación de agua como gavias, nateros y presas, de manera se aproveche al máximo el agua de lluvia que en la mayoría de los casos acaba perdiéndose en el mar. La regulación del tráfico cercano a fincas plantadas es otro de sus caballos de batalla en el sentido de que se limite la velocidad de los coches a 20 kilómetros por hora y con la instalación de badenes con el fin de que evitar riesgos a los agricultores.