Las enfermedades reumáticas y el invierno
El invierno puede resultar una época «especialmente crítica» para algunas enfermedades reumatológicas, concretamente las degenerativas, que son las más frecuentes, explica la doctora Laura Cáceres, especialista en Reumatología
Canarias7 Saludable / Las Palmas de Gran Canaria
Jueves, 16 de julio 2020, 19:38
El invierno, con el mayor frío y humedad que lo acompañan, se relaciona con frecuencia con un incremento de los casos de enfermedades reumatológicas. Aunque tal afirmación es un falso mito, puesto que estas patologías se desarrollan con independencia del clima, sí es cierto que el cambio de presión atmosférica a la baja puede exacerbar los síntomas provocando más dolor.
Publicidad
Es en este aspecto en el que «el invierno puede resultar una época especialmente crítica para algunas enfermedades reumatológicas, concretamente las degenerativas, que son las más frecuentes. Entre las mismas se encuentra la artrosis, considerada la de mayor incidencia. También se ven especialmente afectadas las personas que padecen el fenómeno de Raynaud o dolor miofascial», explica la doctora Laura Cáceres, especialista en Reumatología de Hospital Perpetuo Socorro.
De hecho, se conoce popularmente como «reuma»a un conjunto de más de 300 enfermedades que afectan de forma conjunta a músculos, huesos y articulaciones pudiendo provocar una disminución de la movilidad e incluso resultar incapacitantes.
«En cualquier caso, es frecuente que los pacientes acudan a consulta alarmados por cambios de coloración en las manos o en los pies durante la estación invernal. Ello, en ocasiones, puede tener relación con alguna enfermedad reumática de base por lo que es necesaria una valoración por el reumatólogo, que es en estos casos el médico de referencia», asegura la doctora Cáceres.
Los excesos navideños coincidentes con la temporada de invierno también colaboran en el agravamiento de las patologías reumáticas, en las que el metabolismo suele jugar un papel importante.
Tampoco son recomendables entre pacientes con distintos tipos de reumatismo el consumo de tabaco, alcohol y las comidas copiosas. Ante la gota, por ejemplo, mariscos y pescados azules son poco recomendables así como el consumo de cerveza y, en general, el sobrepeso y la obesidad producto de unos hábitos alimenticios incorrectos y en cantidades excesivas acompañado de escaso ejercicio son perjudiciales y afectan especialmente a la funcionalidad de las articulaciones de los miembros inferiores.
Publicidad
Y por último tener claro que los síntomas más importantes que indican una probable patología reumática son el dolor, la hinchazón, la deformidad de las articulaciones o la limitación de la movilidad. En el caso de las enfermedades autoinmunes, pueden ir acompañados de fiebre, alteración del estado general, cansancio, trastornos del sueño, lesiones en la piel o en las mucosas o alteraciones en otros órganos del cuerpo. Ante cualquiera de estas señales que afecte a huesos, músculos o articulaciones es preciso consultar con el especialista en Reumatología, concluye la doctora Laura Cáceres, especialista en Reumatología de Hospital Perpetuo Socorro.
Regístrate de forma gratuita
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión