Macrorred de narcotráfico en Canarias: dos toneladas de droga intervenida, 34 detenidos y armas de fuego

Operación Silbo ·

La Guardia Civil y la Agencia Tributaria, con apoyo de Europol, DEA y la Policía Judicial de Cabo Verde, han desarticulado la organización criminal

CANARIAS7

Las Palmas de Gran Canaria

Martes, 23 de septiembre 2025, 09:24

La Guardia Civil y la Agencia Tributaria, en colaboración con Europol, la DEA y la Policía Judicial de Cabo Verde, han desarticulado una de las organizaciones criminales más relevantes en el narcotráfico internacional, con base en Canarias. La denominada operación Silbo ha culminado con la detención de 34 personas, la incautación de 2.185 kilogramos de cocaína, más de 600.000 euros en efectivo, armas de fuego y una flota de embarcaciones y vehículos de lujo. Además, se han bloqueado bienes por un valor superior a los 2 millones de euros.

Publicidad

La investigación comenzó hace más de dos años, centrada en un empresario tinerfeño de 42 años con vínculos en sectores como la restauración, el ocio nocturno y la construcción, que, según las autoridades, utilizaba su red de negocios para liderar una organización criminal dedicada a la importación y distribución de narcóticos a nivel local, nacional e internacional. Este empresario tenía conexiones con otros países, y su organización empleaba la conocida «ruta africana de la cocaína» para introducir grandes cantidades de estupefacientes en Europa.

Cocañina, hachis y blanqueo de capitales

El grupo, que operaba desde las islas, utilizaba barcos nodriza procedentes de Sudamérica para transportar la cocaína hasta las islas, donde luego se realizaba el transbordo hacia embarcaciones más pequeñas, que distribuían la droga en el mercado europeo. Entre los principales hallazgos, se destacan dos grandes intervenciones de cocaína: una de 500 kilogramos en enero de 2024 y otra de 1.600 kilogramos en noviembre del mismo año.

En paralelo, la organización también traficaba con hachís desde Marruecos, destinado principalmente al Reino Unido. Para ello, utilizaban infraestructuras marítimas y terrestres distribuidas por diversas islas canarias y la Costa del Sol, donde el empresario mantenía contacto con ciudadanos británicos vinculados al tráfico de drogas.

Blanqueo de capitales y violencia organizada

A lo largo de la investigación económica paralela, los agentes descubrieron un entramado de empresas creadas por el líder del grupo para blanquear los beneficios obtenidos del narcotráfico. Estas empresas, involucradas en sectores como la restauración y el inmobiliario, operaban tanto en España como en otros países. Además, se empleaba una flota de vehículos de alquiler, usada para distribuir la droga y ocultar los ingresos del tráfico.

Publicidad

El grupo también recurrió a la violencia para asegurarse activos, empleando a individuos con formación militar, de origen cubano y colombiano. Estos operaban con el objetivo de apoderarse de terrenos y otras propiedades mediante amenazas y coacción, como ocurrió en el municipio de Candelaria, en Tenerife. Además, se detectó que planeaban adquirir armas de fuego ilegales en la península para reforzar su control sobre el territorio.

En Tenerife, durante el desarrollo de la operación, se desmanteló un laboratorio clandestino dedicado al procesamiento y corte de cocaína, donde se hallaron productos químicos peligrosos y herramientas para la adulteración de la droga. La intervención también permitió la incautación de armas de fuego modificadas y de alto calibre, listas para ser utilizadas en actividades delictivas.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Regístrate de forma gratuita

Publicidad