Las residencias piden un protocolo para romper el aislamiento de los mayores

Desde que comenzaron a llegar las vacunas contra el coronavirus a las islas, Canarias puso el foco en el grupo prioritario, las personas mayores de las residencias y el personal sociosanitario que las atiende. De hecho, desde la semana pasada este denominado grupo 1 de vacunación ya ha recibido al 100% las dos dosis que requiere el producto de Pfizer. A esta buena noticia hay que añadir que las islas han mejorado su situación sanitaria y que con el nivel 2 de alerta, como el que está vigente en Tenerife y Gran Canaria, las residencias han podido sustituir las videollamadas por las visitas. Sin embargo, el aislamiento al que están sometidas las personas institucionalizadas continúan en gran medida. Las interacciones con familiares siguen bajo estrictos protocolos para evitar el contacto físico, y solo tímidamente comienzan a abrirse en el interior de los centros las zonas comunes tan necesarias para la socialización. Y eso, como señala la consejera de Política Social del Cabildo de Gran canaria, Isabel Mena, depende del tipo de centro y de las infraestructuras con las que cuente.

De momento, las residencias tienen que seguir la pauta marcada por los protocolos vigentes, aprobados el pasado mes de marzo, al comienzo de la pandemia, por lo que ahora reclaman un nuevo marco de actuación que tenga en cuenta que las personas institucionalizadas ya han recibido la vacuna y, por tanto, deberían estar inmunizadas frente a la enfermedad.

Los centros esperan que este nuevo protocolo, que elabora el Ministerio de Sanidad a través de la Comisión Interterritorial del Sistema Nacional de Salud en la que también participa personal técnico de Canarias, esté cuanto antes y finalice así el doble aislamiento que han sufrido las personas mayores, privadas de ver a las familia y privadas se hacer vida social dentro de los centros al estar sectorializados para atajar un posible brote de la enfermedad.

De momento, cada residencia intenta adaptarse a la nueva situación en espera de un marco legal que les de cobertura para flexibilizar las normas y que los residentes puedan volver a salir y a organizarse excursiones y visitas.

Algunas comunidades ya se han adelantado, como el caso de Cataluña, que a través de su departamento de Salud ha emitido directrices para que las personas residentes de los centros que están libres del virus puedan salir al exterior a pasear o incluso a pasar un día con la familia.

En Gran Canaria, una de las mayores residencias públicas, Taliarte, que depende del Cabildo ha relajado algunas medias, entre ellas ya no hay restricción al numero de visitas que se puede realizar a un familiar. Hasta ahora estaba imitada a una por semana y con un único familiar. Así lo explicó ayer la responsable del centro, Esther Monzón. Pero mantienen «las visitas como antes, con distancia y mascarilla», señala.

Mena recalca que lo que sí se ha flexibilizado son las restricciones en el interior, y que, de alguna manera, ya están volviendo a hacer vida en común en los salones con actividades grupales e, incluso, organizando algún concierto dentro de los centros. Pero esto, añade, se está haciendo en los centros grandes, como Taliarte, El Pino o El Sabinal, cuyos espacios permiten la interacción y, al mismo tiempo, mantener medidas de seguridad. «Al menos dentro de las residencias la vida vuelve a ser normal», destaca Isabel Mena, que recuerda que sin un nuevo protocolo la situación no cambiará en breve.