La ola de fuegos de este verano lleva ante la justicia a 110 presuntos incendiarios
Las llamas avanzan con fuerza en Orense, León, Zamora, Salamanca y Cáceres y obligan a evacuar a 5.000 vecinos de cinco provincias
El oeste de España, de Galicia a Extremadura, lleva siete días ardiendo y encadenando un fuego tras otro, sin dar un solo respiro a los ... dispositivos de extinción, que en muchos momentos se ven superados por la ferocidad de unas llamas que han calcinado en esta semana más de 115.000 hectáreas, el equivalente a dos veces la superficie de Ibiza, y han obligado a evacuar por momentos a más de 23.000 personas. Algunos de estos incendios son fruto de la temperatura y la sequía extremas de 14 días de ola de calor, ayudados por los miles de rayos de las tormentas secas y el viento, pero la mayor parte están provocados por la mano del hombre: irresponsables, desalmados o pirómanos.
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Las autoridades y las policías, con abundante colaboración ciudadana, han declarado la guerra a los incendiarios. Y el resultado es que en lo que va de verano, del 1 de junio y al jueves pasado, la Guardia Civil y la Policía Nacional han puesto a disposición de la justicia a 110 ciudadanos por provocar fuegos forestales, 22 detenidos y 83 a la espera de que los cite el juez instructor.
Entre los incendiarios, más de una cuarta parte atrapados en Galicia, están los presuntos autores del fuego iniciado en Oímbra, que ha quemado más de 10.500 hectáreas y herido a tres brigadistas en Orense, y del originado en Puercas (Zamora), que ha arrasado 4.500 hectáreas y que condujo a la unidad de quemados a seis vecinos de Abejera que no evacuaron su pueblo cuando se lo pidieron y fueron atrapados por las llamas.
La avalancha de fuegos que ha costado la vida a tres personas y heridas de gravedad a diez mantiene expulsados de sus pueblos a más de 5.000 vecinos de cinco provincias, confinados en sus casas a los habitantes de 60 pueblos y ha complicado la operación salida de mitad de agosto. Las llamas y el humo tienen cortadas doce carreteras, entre ellas la N-630 en dos puntos de Cáceres, y han forzado a Renfe y Adif a suspender por cuarto día la comunicación por AVE entre Madrid y Galicia debido al enorme riesgo para trenes y viajeros en la frontera de Orense con Zamora. También hay paralizaciones temporales de trenes de media distancia entre Orense y Lugo
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El sábado estaban activos una veintena de incendios forestales de relevancia en cinco autonomías: Castilla y León, Galicia, Extremadura, Comunidad Valenciana y Asturias. En 13 de los fuegos ha sido preciso el despliegue de efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME), con 1.400 hombres y 450 vehículos en primera línea. Cuatro militares de la unidad que resultaron heridos el viernes evolucionan bien de sus lesiones. El pronóstico de la Aemet mantiene el riesgo extremo de incendios forestales al menos hasta mañana.
Unos fuegos se controlan y otros surgen, pero la zona álgida de los incendios no ha variado en casi toda la semana. La forman el triángulo principal compuesto por Orense, León y Zamora, con los añadidos relevantes de Salamanca, Ávila y Palencia, y el riesgo y los daños cada vez más crecientes en Cáceres.
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Galicia comienza a batir todos los récord, camino de las 45.000 hectáreas quemadas en agosto. La provincia de Orense está en llamas por los cuatro costados, acumula el grueso de los fuegos, tiene confinadas más de una treintena de localidades y ha evacuado una residencia de mayores. Solo este sábado tenía diez incendios graves y en cinco era precisa la intervención de la UME. El mayor de los siniestros, el que desde el fin de semana pasado tiene el foco en Chandrexa, ha calcinado ya 16.000 hectáreas y se ha convertido con diferencia en el mayor de esta autonomía en toda su historia. Pero hay otro en Oímbra de 10.500 hectáreas y un tercero en A Mezquita de 9.000.
Todo el oeste de Castilla y León es también pasto de las llamas. Ayer tenía 12 fuegos con riesgo para poblaciones en Zamora, León, Salamanca y Ávila. Prueba del peligro es que, aunque más de 2.500 vecinos pudieron regresar a sus casas tras controlarse el fuego de Molezuelas, más de 5.000 (3.000 de León, 2.000 de Salamanca y varios cientos de Zamora y Ávila) siguen evacuados. La mayor parte de los desalojos de ayer se produjeron en el Bierzo, donde el incendio de Yeres, el que quemó Las Médulas, sigue intratable y en Salamanca, donde los fuegos de Cipérez y El Payo amenazan varias localidades.
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En Extremadura, con seis grandes incendios vivos, la peor parte se la lleva Cáceres. El fuego iniciado hace cinco días en la Jarilla, que ha quemado unas 6.000 hectáreas, está descontrolado, ha obligado a confinar en sus casas a varios pueblos y avanza alarmante hacia Plasencia. Otro de los fuegos peligrosos, el originado en Casar, penetró en la urbanización Viñas de la Mata y quemó 30 casas sin que los equipos de extinción pudieran evitarlo.
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