Las lentejas del último presidente de Gobierno de la República. EFE

Las lentejas del doctor Negrín: un archivo histórico que regresa a Canarias

La Fundación Juan Negrín recibe una una colección de documentos que reflejan un testimonio de la Guerra Civil

Efe

Las Palmas de Gran Canaria

Miércoles, 29 de enero 2025, 13:53

La Fundación Juan Negrín ha recibido desde París 23 nuevas cajas que completan el archivo histórico del último presidente de Gobierno de la República. Se trata de una colección de documentos oficiales, cartas y objetos personales, entre los que destaca un peculiar testimonio de la Guerra Civil española: una ración de lentejas que ha llegado intacta al siglo XXI.

Publicidad

¿Qué llevó a Juan Negrín (1892-1956) a conservar hasta su muerte en el exilio un recuerdo tan singular de aquellos años de penuria y hambre?

«En la guerra comíamos... / de extraordinario / piltrafas con patatas o con arroz / los domingos / en el colectivo comedor. Los lunes / lentejas rellenas / de cucarachas pequeñas. / ¡Nada de qué horror! / El horror era / que se estaban matando alrededor», escribió Gloria Fuertes (1917-1998) en uno de sus poemas sobre la guerra.

A la poeta le tocó vivir el asedio franquista a Madrid, donde la población, al igual que en el frente, sobrevivía engañando al hambre con uno de los pocos alimentos disponibles: las lentejas. Se les llamaba «píldoras de resistencia» en toda la España republicana, o también «píldoras del doctor Negrín».

José Medina (Las Palmas de Gran Canaria, 1943) recuerda que en su casa se comían con frecuencia «porque lo mandaba el doctor Negrín». Para él, eran «vitaminas para el cerebro» en una infancia marcada por la posguerra. Con los años, Medina se convertiría en el presidente de la fundación que custodia el legado de Negrín, un archivo que ofrece a los historiadores un contrapunto al relato de los vencedores de la guerra.

Un legado de resistencia y memoria

El archivo recientemente recuperado incluye documentos tan relevantes como el Estatuto de Autonomía de Cataluña de 1932, reportes de guerra, cuentas de gastos y presupuestos, planos, informes dirigidos a la Sociedad de Naciones y cartas de figuras de la República al presidente en el exilio. Entre ellos, unas lentejas casi centenarias han llamado especialmente la atención.

Publicidad

Carmen Negrín, nieta del estadista, ha conservado este legado en el sótano de la casa familiar en París hasta su reciente traslado a España. Según cuenta, es posible que su abuelo no supiera que guardaba aquellas legumbres, pues formaban parte de cajas de suministros destinadas a exiliados que cruzaban la frontera francesa junto con aceite de hígado de bacalao, tabaco «labor de guerra« y café. No obstante, para ella, esas lentejas son »un símbolo de resistencia« y por eso deben estar aquí.

«Es importante traerlas como testimonio de la época. También el café que se daba a los soldados para mantenerse despiertos o el tabaco», explica Carmen Negrín. Aún conserva en París otros bienes de su abuelo, como libros que eventualmente viajarán a Gran Canaria. Pero, según dice, todavía forman parte de su vida.

Publicidad

Para ella, todo el archivo de su abuelo representa «resistencia», «orden» y «reflexión», reflejando la labor de un hombre con una sólida formación académica y humanista que siempre se guió por la ciencia.

El lote incluye revistas científicas de distintas disciplinas ('Scientific Monthly', 'La Nature', 'Atoms'...), guías de carreteras Michelin de los años cuarenta, discos con canciones populares de la época ('La Voz de España'), un tomo encuadernado con informaciones telegrafiadas de la 'Agence Espagne' sobre la Guerra Civil y hasta un curso de ruso en vinilos.

Publicidad

El tesoro escondido en el sotano

Durante años, se creyó que el archivo de Negrín se reducía a los documentos que su hijo, Juan Negrín Fidelman, se llevó a su casa en Niza tras la muerte de su padre. Gracias a ello, la Fundación pudo digitalizar parte de esos materiales. Sin embargo, según explica Carmen Negrín, su tío solo rescató lo que encontró en el despacho de su padre, sin saber que era solo la «punta del iceberg» de una colección mucho mayor escondida en el sótano.

Allí se encontraba, entre otros documentos, la contabilidad del llamado 'Oro de Moscú'. Estos registros han permitido a historiadores como Ángel Viñas desmontar la leyenda negra que sus detractores -tanto en el bando franquista como en ciertos sectores de la izquierda- construyeron sobre Negrín y las reservas del Banco de España enviadas a Rusia en los años treinta para financiar el esfuerzo de guerra.

Publicidad

Carmen Negrín ha formalizado la entrega de este valioso archivo a Antonio Morales, presidente del Cabildo de Gran Canaria, institución que, en nombre del Estado, se encargará de su preservación a través de la Fundación.

Al recibirlo, Morales ha subrayado que honrar la memoria democrática es hoy más necesario que nunca, especialmente ante «la ola ultraconservadora que pretende imponer el pensamiento único de unos pocos oligarcas».

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Regístrate de forma gratuita

Publicidad