«A día de hoy los colegios no abrirían en Gran Canaria, Lanzarote y El Hierro»

El Gobierno canario analizará el 10 de septiembre la situación epidemiológica y decidirá si mantiene el inicio del curso escolar el 15 de septiembre o si lo retrasa, ya sea en todas las islas o en las que tengan un mayor índice de contagios, según anunció este lunes Ángel Víctor Torres, en una entrevista.

El mismo mensaje fue trasladado por la consejera de Educación, Manuela Armas, a sindicatos docentes y representantes de las familias en la reunión que mantuvo para informarles de las medidas del nuevo curso, idea que repitió en su posterior comparecencia en el Parlamento regional.

«La pandemia no la controla nadie (...). El día 10 el Consejo de Gobierno tomará la decisión. Hoy [por el índice de contagios] no abrirían los centros de Lanzarote, Gran Canaria y El Hierro», afirmó Armas al ser preguntada en la Cámara sobre un posible retraso del regreso a las aulas. La consejera insistió en que la idea es iniciar las clases el día 15 en Infantil y Primaria, el 16 en ESO y Bachillerato y el 17 en FP, aunque todo depende de la evolución de la pandemia. Además, destacó que Canarias es de las pocas comunidades autónomas que apuestan por las clases totalmente presenciales hasta segundo de bachillerato.

Lo que no especificó la consejera, ni en su reunión con la comunidad educativa ni en el Parlamento, es cuántos docentes de más contratará Canarias para este curso, solo que se hará por un periodo de tres meses prorrogables «porque no sabemos qué va a pasar con la pandemia». Sí dijo que se empezará a nombrar al nuevo profesorado la próxima semana.

Tampoco respondió sobre a qué personas de la comunidad educativa tienen pensado hacer la prueba PCR de detección del coronavirus, aunque la semana pasada el presidente del Gobierno habló de realizarla a docentes y escolares de grupos burbuja, dejando abierta la posibilidad de ampliarla a otras etapas.

De momento, Canarias mantiene su intención de no limitar las ratios en los grupos burbuja, el modelo de organización para Educación Infantil y Primaria. Tanto los partidos de la oposición como la comunidad educativa reclaman que se baje el número de escolares por aula en estas etapas. En el acuerdo de la semana pasada entre las autonomías y el Gobierno central sobre el inicio de curso se deja en manos de las comunidades la decisión de bajar las ratios, aunque se recomienda entre 15 y 20 estudiantes.

En secundaria es diferente. La obligada norma del metro y medio de distancia entre las mesas de los estudiantes obliga a que las ratios disminuyan por falta de espacio. La Consejería comunicó ayer que fija una ratio de 20 estudiantes en estas etapas educativas y ha autorizado el desdoble de numerosos grupos. En los centros que tengan que tener turno de mañana y tarde los horarios serán de 8.00 a 13,00 y de 14.00 a 19.00 horas. Si hay que pasar al horario vespertino lo hará el alumnado de los cursos superiores, sobre todo los bachilleratos.

Manuela Armas, que hoy prevé explicar en una rueda de prensa las medidas de inicio de curso y concretar el plan b de digitalización por si cierran las aulas, desgranó ante los diputados y la comunidad educativa algunas medidas de un curso que será «complicado», defendiendo la gestión que ha hecho el Gobierno canario para planificarlo a tiempo y de forma «segura».

Explicó que la Consejería está elaborando «un tutorial para las familias» junto con recomendaciones y que éstas deberán firmar que lo han recibido. Se tendrán que comprometer a tomar la temperatura a los niños y niñas antes de salir de casa. «No se puede mandar a un niño con síntomas al colegio» y «está prohibido» dar medicamentos para bajarle la fiebre como el apiretal, dijo Armas. La temperatura se tomará también en el aula con termómetros infrarrojos, añadió.

La consejera se comprometió con las familias y en el Parlamento a que los colegios tendrán acogida temprana y tardía con «protocolos que garanticen la seguridad».

Uno de los aspectos básicos del curso covid será la continua desinfección de los centros, para lo que cada uno tendrá al menos una persona con una jornada de ocho horas. Los ayuntamientos contratarán a este personal para los colegios a través de los planes de empleo social, añadió Armas.

La consejera dijo que los recreos estarán parcelados y se harán de forma escalonada para que no coincidan los grupos burbuja, cuyos escolares deberán llevar mascarilla –no los de Infantil– en el aula. «Si los contagios bajan se podrá modificar esta norma», dijo. Sobre los comedores explicó que se separará a los grupos con mamparas para intentar mantener los turnos de cursos anteriores.

La Consejería ya ha terminado la señalética con las normas que deben tener los centros y Armas recordó la importancia de que el alumnado se lave las manos al menos cinco veces al día y haya ventilación en las aulas.