«Único, pionero y referente»: abre el Laboratorio de Arqueología de la ULPGC
El rector, Lluís Serra, destaca su relevancia para la «memoria» de las islas. Permitirá estudiar la dieta de los aborígenes y, de ahí, sus costumbres
La comunidad investigadora y educativa vivió «un día feliz» este viernes. Y es que la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) inauguró su Laboratorio de Arqueología, una «estructura única por su tamaño y su dimensión en Canarias, y pionera en el resto del Estado», que abordará «las líneas de investigación orientadas al patrimonio material e inmaterial y a la arqueología mineral y orgánica», según reseñó el rector, LLuís Serra, en el acto de presentación.
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Serra agradeció especialmente el apoyo del Gobierno de Canarias, que se encargó de la edificación del recinto, y del Cabildo insular, que financió su equipamiento con aparatos de «lo más puntero a nivel internacional», entre los que destaca su sala de microscopía.
El trabajo de la universidad durante más de 30 años en materia de arqueología obligó a la ampliación de su laboratorio. El espacio, ubicado en el campus del Obelisco y adscrito al Departamento de Ciencias Históricas, acoge colecciones de referencia para el análisis de materiales arqueológicos osteológicos, de semillas, carbones, rocas o cerámicas, que contribuirán a la identificación y análisis de evidencias arqueológicas.
El rector reparó en la relevancia de este tipo de espacios para la «memoria» de las islas y la reconstrucción de su pasado. «La ULPGC destaca en el estudio de nuestro patrimonio y ancestros, y a partir del conocimiento de muestras humanas y vegetales hemos podido conocer, en investigaciones ideradas por nuestros profesores, aspectos muy relevantes», apuntó.
¿Qué comían los aborígenes?
Precisamente, uno de los estudios que permite desarrollar este laboratorio se centra en conocer la dieta de los aborígenes canarios para determinar si era rica en productos marinos, «vinculados a la marisquería o pesca», o en «productos que vienen de la laurisilva o del bosque termófilo, como frutas o semillas recolectadas», explicó el profesor de Prehistoria de la ULPGC Jonathan Santana. En función de los resultados, se podrán definir las costumbres y prácticas de los antiguos canarios.
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El docente señala que para llegar a estas conclusiones se preparan muestras para análisis de isótopos. En concreto, extraen el colágeno de los restos óseos y analizan la composición isotópica en carbono, nitrógeno y azufre, lo que les permite conocer «la proporción de alimentos que contribuyeron a personas y animales».
La aplicación de esta técnica en «restos recientes» posibilita, por ejemplo, comparar la dieta de los peces de roca en el litoral de las islas en la época aborigen con la actual y determinar «cómo afecta la polución marina a las cadenas tróficas» de estos animales.
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En otra sala se puede observar una «colección de referencia de las especies autóctonas canarias, que pudieron explotar los aborígenes porque los trajeron poblaciones posteriores». Figuran restos óseos de aves, peces o mamíferos, como caballos, perros, vacas o cabras. En la principal hay expuestos cráneos humanos.
Ante esto, el presidente del Cabildo grancanario, Antonio Morales, que no faltó a la cita, enfatizó que se trata de una inauguración de «especial relevancia» porque sitúa a la universidad grancanaria a la «vanguardia de la investigación en el patrimonio histórico material e inmaterial» de las islas, algo que es «absolutamente imprescindible para avanzar hacia el futuro que pretendemos», basado en el «desarrollo ecosocial».
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El director general de Universidades e Investigación, Jafeth Alonso Estupiñán, se pronunció en la misma línea, resaltando que el estudio del pasado permite entender el presente y «progresar mejor».
Por su parte, la profesora del área de Prehistoria y coordinadora del laboratorio recién inaugurado, Amelia Rodríguez, indicó que este espacio «digno» ayudará a proyectar el trabajo de muchos investigadores de esta área de la ULPGC en otros lugares de África u Oriente Próximo. El profesor en el Departamento de Ciencias, Pedro González, puso el foco en su importancia no solo en investigación, sino que también en la docencia.
No hay futuro sin universidad
El presidente del Cabildo grancanario, Antonio Morales, dejó claro que «no se puede entender» el futuro de la isla «sin el apoyo decidido» de su universidad.
«Ellos colaboraron decididamente en hacer posible que el paisaje cultural de Risco Caído y las Montañas Sagradas de Gran Canaria sean patrimonio de la humanidad», recordó, un trabajo conjunto que ha continuado durante «todo este tiempo con prospecciones importantísimas que han arrojado información de singular relevancia en Lugarejos o en el Bentayga».
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Morales enfatizó que seguirán profundizando en estas colaboraciones, «absolutamente necesarias», y alabó la labor de la ULPGC en el ámbito de la arqueología que, para el Cabildo, «adquiere una especial dimensión».
En este sentido, Lluís Serra lamentó que «a veces, en investigación, nos olvidamos de las Humanidades y las Ciencias Sociales», cuando son clave para el estudio del «canarismo» y de los antepasados del archipiélago.
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Siendo así, aseguró que remitió un escrito a la consejera de Universidades, Migdalia Machín, hace unos días, solicitando que estas disciplinas se incluyan en la comunidad RIS3 (Estrategia de Especialización Inteligente en Investigación e Innovación, por sus siglas en español), para «estudiar el reto demográfico o aspectos como el patrimonio material o inmaterial».
Del mismo modo, agradeció al Cabildo su «apoyo» en iniciativas «importantísimas», como la del nuevo laboratorio.
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