El rey elogia en Gran Canaria el talento de los profesionales de la innovación y el diseño

Una vivencia personal, una «pequeña idea» que se puede transformar, que puede crecer y llegar hasta la sociedad. Es lo que ha conseguido Natalia Rodríguez, fundadora de la empresa Saturno Labs y que, junto a su equipo, ha desarrollado un sistema de audio que permite a los pacientes de los hospitales sentir que están fuera de su habitación. Esta iniciativa se pondrá en marcha en varios centros sanitarios, tanto públicos como privados, el próximo mes.

Rodríguez es una de las galardonadas este año con el premio nacional de Innovación y Diseño, en este caso en la modalidad de joven talento innovador. Se trata de unos reconocimientos otorgados por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades y que en esta ocasión se entregaron en el Edificio Miller de Las Palmas de Gran Canaria.

Estos premios tienen como objetivo destacar la labor y las aportaciones de entidades y profesionales del sector al día a día de las personas. Con ellos se quiere dar valor a esas «pequeñas ideas» que llegan para responder a necesidades «a veces muy evidentes» y otras que todavía no se han generado.

La ocasión hizo que los reyes de España se trasladaran ayer hasta la capital grancanaria, donde presidieron el acto. Recibidos por los alumnos de centros educativos de la zona y algunos curiosos que se desplazaron hasta el lugar, que dedicaron vítores de «vivan los reyes», tuvieron la oportunidad de saludar, ser filmados por los móviles de los más jóvenes e, incluso, firmar autógrafos. Todo ello bajo un manto de calima que asfixiaba al amplio despliegue de medios de comunicación.

El rey, durante su discurso en la entrega de premios, hizo hincapié en la necesidad de que exista el «talento» como el de los galardonados para «el progreso y bienestar» de la sociedad gracias a la «aportación de soluciones avanzadas para grandes retos como el cambio climático o la sostenibilidad».

Mostró su agradecimiento a las islas, «tierra de creatividad y de innovación», por la acogida que les dan siempre que vienen, donde, dijo, se sienten «bienvenidos». Además, aprovechó para destacar como ejemplo a la figura de Agustín de Betancourt, el cual «llevó la creatividad innovadora desde Canarias hasta Francia e Inglaterra» con sus aportaciones en «la mejora de la máquina de vapor, de los sistemas de drenaje o de los sistemas de telecomunicaciones». Apuntó que Betancourt fue «el creador de las primeras escuelas y museos de ingeniería» tanto en España como en Rusia, por lo que, a su juicio, no había «mejor lugar para celebrar la innovación y el diseño» que en Las Palmas de Gran Canaria.

La ministra de Ciencia, Innovación y Universidades , Diana Morant, puso en valor el trabajo de investigación que se realiza en Canarias en materia de astronomía, lugar donde, apuntó, «se está aplicando con acierto la máxima que dejó Aristóteles: nos criaron para mirar el cielo». Indicó que las islas «no solo son un mirador privilegiado en el mundo para observar los astros», sino que también «impulsan una nueva revolución, la de convertir la ciencia astronómica en motor tractor del desarrollo económico y prosperidad de esta comunidad y del conjunto del país».

Quiso transmitir que desde el Ministerio que dirige se confía en la capacidad que tiene el archipiélago de «contribuir desde la investigación del cielo para que mejore la vida de las personas».

Durante la ceremonia hubo momento para el diálogo y la reflexión sobre el estado del sector y las novedades que se han ido incorporando a las empresas y a los métodos de trabajo, como la Inteligencia Artificial. Para ello, se abrió una mesa de debate en la que intervinieron algunos de los galardonados.

Como diseñador, Jordi Iranzo, premio nacional de diseño en la categoría de joven talento innovador y uno de los fundadores de Clap Studio, reflexionó que los creadores tienen la responsabilidad de «pensar en la sostenibilidad». Por ello, en su estudio tratan de optimizar los recursos y hacer creaciones en los que se reduzcan los materiales que utilizan.

Por su parte, Álvaro Catalán de Ocón Roca de Togores, premiado por su trayectoria en diseño, puso el foco en que hoy en día este sector está siendo «una forma de comunicar problemas» que afectan a la ciudadanía, por lo que, dijo, «es curioso concebir un objeto como concepto que da un mensaje», en este caso el de la sostenibilidad, y que puede ser una «herramienta potente de comunicación para hacer un diseño protesta».

Con respecto a la llegada de la Inteligencia Artificial y su aplicación en métodos de trabajo, los tres premiados coincidieron en que están aplicando en sus empresas las posibilidades que ofrece esta tecnología. En su caso, Natalia Rodríguez valoró que la IA ha incurrido en las vidas de las personas para hacerlas más fáciles, pero advirtió de que habrá «un reto muy importante» que superar: el de «no dejar atrás a nadie, que todo el mundo la pueda entender y usar». Expuso que como sociedad se va a dar «un paso muy adelante» gracias a la IA, la cual es capaz de ayudar en muchas tareas que no requieran «gran atención» y que sean «automatizables».

Por ejemplo, en el estudio de Jordi Iranzo ya aplican la IA durante el proceso creativo. Explicó que, en la fase inicial de un proyecto, hacen uso de esta herramienta para que les reproduzca en imágenes las ideas que tienen antes de comenzar a trabajar. Opinó que «el rol del diseñador» no se ha visto alterado, aunque sí reconoció que, ahora, «los procesos son más eficaces». No obstante, reflexionó que detrás de estas tecnologías siempre va a haber personas, y sentenció que «la creatividad difícilmente va a ser sustituida por una máquina».

A la lista de premiados se suman Bernardo Hernández González, por su trayectoria innovadora; Urbaser, con el galardón a gran empresa innovadora; Magapor, pequeña y mediana empresa innovadora; Joan Perelló Bestard, trayectoria innovadora; Ondarreta Mesas y Sillas, en la categoría de empresas y Morillas Brand Design, mención especial de trayectoria en diseño.

Temas

• Premios