Caminito de Teror 250.000 euros

Concretamente, Caminito de Teror vendió por su terminal dos décimos del segundo premio de la Lotería de Navidad, lo que supone un total de 250.000 euros (125.000 euros al décimo). Ya el pasado año Ruymán Verona, que regenta este negocio familiar en la avenida Venezuela de Teror, repartió también la suerte en la Villa al vender un décimo del segundo premio del Gordo de la Navidad. El bazar y receptor Caminito de Teror, que lleva abierto solo año y medio, también presume de haber repartido en este tiempo un Pleno al Quince de dos millones de euros y una Bonoloto de 72.000 euros, según detalla Ruymán Verona exultante, ataviado con una camiseta donde se lee Aquí se vendió el segundo premio, mientras abría sucesivas botellas de sidra y champán para brindar con el numero público que acudió al establecimiento para curiosear y festejar la buena noticia.

Y es que nada más conocerse la noticia decenas de personas acudieron a las puertas de Caminito de Teror para celebrar el premio, aunque ayer se desconocía quienes son los afortunados.

«Todavía no se ha identificado nadie. Pero aquí todo el mundo me decía que este año también tocaba. Hemos vendido mucho y aquí tenemos unas cuantas botellas preparadas para descorchar». Pero Ruymán no solo despachó el segundo premio, sino que también vendió un décimo del 00580, agraciado con 6.000 euros al ser uno de los quintos premios.

Contentos por la suerte, «aquí hay un ruido de gente que esto es impresionante», según Ruymán, «es una pasada lo que se está viviendo, Caminito de Teror es una gran alegría». Dada la rapidez la que el establecimiento ha dado premios en un corto periodo «las ventas se han disparado», dice su propietario, de tal manera «que en el ranking nacional estamos entre los mejores, y todo en año y medio».

Para Ruymán Verona, que recordó que Caminito de Teror es un negocio familiar, es una gran satisfacción cerrar el año de esta manera después de haber vivido muy de cerca la toda la familia momentos muy dolorosos en el último año, con la muerte de un tío en un accidente laboral. Pero como ayer era momento de celebración, así lo hizo Ruymán, su hermana Yurena, y buena parte de la familia que se acercó hasta Caminito de Teror, donde los acompañaban algunos trabajadores y usuarios del Centro de Salud de Teror, ubicado enfrente, vecinos y amigos.

Eso eso sí, Ruymán advierte que el gordo está cerca. «Queda para los rascaos, seguro que cae, hay que tener fe e ilusión». Por ahora, dice, «hemos rozado el premio gordo y lo importante es que la gente lo disfrute».

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