Viaje sin retorno: la ruta canaria se cobra otras siete vidas tras volcar un cayuco en El Hierro

El reloj marcaba cerca de las 09.30 horas este miércoles en el muelle de La Restinga, en El Hierro. Unas 160 personas, mujeres, hombres, niños y niñas, estaban a punto de tomar tierra después de una travesía de diez días que comenzó en las costas de Guinea. Según la organización Caminando Fronteras, fue el día 18 de este mes cuando partió este grupo, con personas de nacionalidades guineana y senegalesa, a bordo de un cayuco que fue localizado a unos 11 kilómetros de la costa de la isla del Meridiano.

Hasta allí se movilizó a la Salvamar Diphda para acompañarles hasta el muelle, siguiendo la operativa de siempre. Sin embargo, la lucha por vivir de cuatro mujeres, dos niñas de 5 años y una adolescente de 16, terminó de la forma más dramática posible.

Siete mujeres fallecieron este miércoles después de que el cayuco en el que habían logrado superar la ruta canaria, la más mortífera del mundo, volcara en el momento final del rescate, a escasos cinco metros del futuro que ansiaban.

Las imágenes del hecho, captadas por Televisión Canaria y Televisión Española, muestran la tragedia humanitaria que se vive en las costas del archipiélago desde hace ya 30 años, cuando dos jóvenes saharauis arribaron a Fuerteventura en una barca de pesca. En ellas se puede escuchar el lamento de aquellos que estaban cerca de la zona presagiando lo peor: «No, no, no...».

Cuando todos y todas se preparaban para bajar del cayuco, el posible contrapeso generado por la concentración de personas en una de las zonas de la embarcación hizo que esta volcara en cuestión de segundos.

Después de ello, vino la agonía: los gritos, la desesperación en las caras de todos, entre ellos muchos rostros de niños y niñas, y la necesidad de alcanzar a la Salvamar Diphda. La mayoría de los adultos trataron de saltar hacia la embarcación de Salvamento Marítimo, se agarraron a las cuerdas de la misma, e intentaron salvar su propia vida.

Con rapidez, una decena de flotadores fue lanzada por el equipo de rescate, y muchas de las personas que ya estaban en el agua trataron de alcanzar alguno.

Los propios supervivientes intentaron rescatar a los más pequeños, al menos 20 menores, que habían quedado atrapados debajo de la embarcación, totalmente volcada, en cuestión de segundos.

Y, como suele pasar en los peores momentos, el alma solidaria de las personas que estaban en este enclave hizo acto de presencia. Los pescadores que se encontraban en la zona realizando las labores del día a día, los buzos de las diversas empresas ubicadas en el muelle o los voluntarios de Cruz Roja: todos ellos se lanzaron al mar para tratar de ayudar a todas estas personas que no tienen la posibilidad, a día de hoy, de acceder al archipiélago y, por ende, a Europa, a través de vías legales y seguras.

Tras estos minutos de angustia, cuando la barcaza volvió a estar firme, se descubrió que el cayuco tenía una serie de «departamentos», como informó el presidente de Canarias, Fernando Clavijo, que justamente se encontraba en la isla debido al encuentro que mantuvo con varios eurodiputados de la Comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos del Interior. Así, los servicios de emergencia se percataron de que había personas que quedaron en la parte de abajo de la embarcación y no pudieron salir.

Tras ello, comenzaba lo peor y lo que nadie quiere: buscar posibles víctimas.

Salvamento pudo recuperar los cadáveres de dos mujeres en los primeros minutos después de la tragedia. Tras ello, los efectivos sanitarios confirmaron el fallecimiento de una niña de 5 años, también la muerte de una adolescente de 16, y el de otras dos mujeres adultas. Cuando se intentaba recuperar algo de calma, los buzos hallaron el cuerpo de una menor de 5 años.

En total son siete las vidas que perecieron en el mar en una de las peores tragedias que se recuerdan, sobre todo, por el hecho de que ocurriera a pocos metros de distancia de tierra firme.

La deshidratación, el agotamiento, el nerviosismo... Son solo algunas de las condiciones en las que llegan estas personas a las costas del archipiélago.

Y lo más dramático de este relato es que muchos de ellos son niños y niñas. Precisamente, un helicóptero medicalizado del SUC trasladó a dos menores (una niña de 5 años y un niño de 3) en estado grave al Hospital Universitario Nuestra Señora de La Candelaria, en Tenerife.

En el hospital de Nuestra Señora de Los Reyes, en la isla del Meridiano, se atendió a un bebé de tres meses que tenía dificultades para respirar debido al ahogamiento, a una mujer embarazada, a otro bebé de tres meses y a tres menores, todos ellos con signos de ahogamiento de carácter moderado.

La organización Caminando Fronteras, que ya había reportado con anterioridad a las autoridades la presencia de esta embarcación, se mantiene en contacto directo con las familias de algunas de las personas que iban a bordo de este cayuco.

El Hierro vivió este miércoles un hecho «traumático» y «desolador» que quedará en la memoria de los propios migrantes, de aquellas personas que estuvieron durante los primeros minutos de la tragedia y del conjunto de la sociedad canaria.

Lamentablemente, no es la primera vez que la ruta canaria arrebata vidas. No hay que irse muy lejos: en septiembre del año pasado, en aguas cercanas a El Hierro, murieron nueve personas y desaparecieron otras 48 en el naufragio de un cayuco.

Temas

• Mujeres
• Cruz Roja España
• Salvamento Marítimo
• Canarias
• El Hierro
• Menores
• Costas
• Ahogamiento
• Rescate