Imagen de archivo del presidente del Gobierno, ángel Víctor Torres, y el líder de CC, Fernando Clavijo. Juan carlos alonso

CC trata de volver a jugar en el tablero

Los nacionalistas intentan recuperar su histórico papel de eje de la política canaria. El objetivo es que PSOE y PP vuelvan a contar con ellos en la negociación de cualquier pacto

REBECA CHACÓN

Las Palmas de Gran Canaria

Sábado, 27 de febrero 2021, 00:00

Cc se ha fijado como objetivo prioritario de lo que queda de legislatura recuperar su lugar central en el tablero de ajedrez de la política canaria. Tras el varapalo de las negociaciones poselectorales de junio de 2019, los nacionalistas quieren volver a ser el eje de «todas» las negociaciones que se produzcan, tanto las que busque el PSOE como las que pretenda abrir el PP en «cualquier» nivel de las administraciones isleñas.

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El partido liderado por Fernando Clavijo trata quitarse la diana que las demás formaciones pusieron en su espalda tras los comicios autonómicos y locales de mayo de hace dos años, cuando al grito de 'todos contra CC' pactos de todos los colores los mandaron a la oposición a nivel regional, insular y local.

En esa estrategia se enmarca el arriesgado movimiento en el Cabildo de Fuerteventura, donde los nacionalistas vuelven a escena aunque sea cediendo la presidencia a Sergio Lloret, un viejo enemigo del líder de CC en la isla, Mario Cabrera. El coste político de esta operación -Lola García que ganó las elecciones no dirigirá la corporación- es asumido por el partido de Clavijo como un mal menor. «Peor era seguir en la oposición», aseguran al recordar que hace un año no tenían ni una pieza en el tablero y ahora cuentan ya con un alfil -el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife recuperado tras la censura a la socialista Patricia Hernández- y una torre con el nombre de la corporación insular majorera en coalición con el Partido Popular y AMF.

Las aspiraciones de CC sin embargo no se quedan ahí. De hecho, fuentes nacionalistas aseguran que antes de firmarse el pacto para gobernar el Cabildo de Fuerteventura con las citadas dos formaciones, el pasado jueves por la tarde había en marcha una operación con el PSOE regional de mayor calado. Se trataría de cogobernar juntos en la corporación majorera, y en las principales plazas de poder de Lanzarote y La Palma, donde ahora juegan juntos los socialistas y los populares. En esa cábala, los nacionalistas también recuperarían piezas de peso como el Cabildo de Lanzarote, el de La Palma y Arrecife.

Ese intento de recolocación del tablero regional explicaría la dimisión de Blas Acosta durante el pleno del jueves, minutos antes de que CC, PP y AMF fueran a presentarle una moción de censura. El paso atrás del dirigente majorero eliminaba el principal obstáculo para que los nacionalistas se sentarán a negociar con el PSOE para dar estabilidad al Cabildo de Fuerteventura. Sin embargo, la esperanza duró poco: la misma tarde del jueves, los socialistas de la isla contactaban con Claudio Gutiérrez, del PP, e incluso con Sergio Lloret, pero nunca con CC.

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Los nacionalistas interpretan estos contactos 'in extremis' como una prueba inequívoca de que el presidente del Gobierno y secretario regional del PSOE, Ángel Víctor Torres, «no controla el partido ni a sus dirigentes insulares», con lo que «¿para qué vamos a negociar un acuerdo más amplio para Lanzarote y La Palma si no hay garantías de que después lo vayan a cumplir?».

Esas dudas han congelado, al menos de momento, las escaramuzas de CC con la dirección regional socialista para llegar a pactos en esas islas, que mandarían al PP a la oposición e implicarían para los nacionalistas recuperar más fichas. De hecho, la cúpula de Coalición ve «más que demostrado» que Torres «no controla a Anselmo Pestana», delegado del Gobierno y secretario insular del PSOE palmero, por lo que «cualquier acuerdo para esa isla quedaría en la práctica en papel mojado». También tiene dudas CC sobre la situación en Lanzarote donde «cada socialista hace lo que quiere».

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Debilidad

La estrategia de CC de cara a las autonómicas de 2023 también pasa por debilitar lo más posible la imagen de liderazgo de Ángel Víctor Torres, al que los nacionalistas señalan como el culpable de la «inestabilidad» en el Cabildo majorero y «en otras instituciones» del archipiélago.

Los nacionalistas enmarcan en ese contexto los problemas del PSOE para elegir a su candidato al Senado por la comunidad autónoma. «Lo ocurrido es un ejemplo más de la debilidad de Torres a la hora de poner orden entre los líderes insulares socialistas», aseguran. «¿Cómo sabemos que hablamos con un interlocutor válido si no es capaz de designar a una persona y poner orden en sus peleas internas», añaden.

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Los socialistas anularon el martes la reunión de su ejecutiva por la falta de acuerdo para elegir al candidato al Senado. Pugnan por el puesto Santiago Pérez y Blas Acosta, aunque se barajan otros nombres para una tercera vía, entre ellos, los de Elena Sáiz, Teresa Cruz o Sergio Matos.

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