Pestana sigue la hoja de ruta en materia de inmigración a pesar de las críticas

Apenas veinticuatro horas ante de que el presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres, exija en el Senado una respuesta a la crisis migratoria mediante el traslado a la península de inmigrantes, y frente a las constantes críticas de su gestión, el delegado del Gobierno de Canarias, Anselmo Pestana, no se mueve ni un ápice de la hoja de ruta marcada durante el último año. En su primer balance al frente de la institución considera que las islas han hecho un notable esfuerzo para dar una respuesta solidaria a las personas que llegan a nuestras costas. Un trabajo que comenzó apenas dos días después de su toma de posesión, en una cumbre migratoria con el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y la secretaria de Estado de Migraciones, Hanna Jalloul, donde se hicieron evidentes las carencias del Gobierno de España para responder a la problemática, dado que los recursos dispuestos en Canarias durante la crisis de los cayucos de 2006 habían sido «desmantelados».

Precisamente, fue esa situación lo que obligó al alojamiento de los migrantes en los hoteles, donde a día de hoy permanecen alrededor de 5.000 personas. «El compromiso del ministro Escrivá para proceder poco a poco a la desescalada de esas instalaciones sigue en pie», confirma Pestana. «Se van abrir a nuevos espacios que están finalizando procesos de rehabilitación o habilitación de accesos que permitan una mejor gestión de dichos centros». En concreto, se ha referido a la «inminente» apertura del Centro de Integración de Extranjeros (CIE) de El Matorral, en Fuerteventura, a donde se desplazará en los próximos días para conocer el estado de las obras.

También señaló que las casetas instaladas en el Centro de Atención Temporal de Extranjeros (CATE) de Barranco Seco, en Las Palmas de Gran Canaria, se sustituirán en dos meses por barracones prefabricados, dando «un salto de calidad y atención» a partir de abril. Además, se habilitarán nuevas dependencias en una segunda planta y se abrirán otras instalaciones anexas ahora en desuso, para mayor estabilidad, ya que el objetivo es que en Canarias haya «reservas para atender picos migratorios».

A estas instalaciones militares se suman las de Canarias 50, Las Canteras y Las Raíces, en Tenerife, además del colegio León y una nave en la capital grancanaria, como los principales centros en los que se distribuyen las casi 7.000 plazas propias que el Ministerio de Inclusión, Migraciones y Seguridad Social ha incorporado al sistema de acogida de emergencia, a través del Plan Canarias, frente al centenar que disponía hace apenas doce meses.

Asimismo, y de forma complementaria, las Fuerzas Armadas realizaron labores de desinfección en el campamento de Arguineguín, en Mogán (Gran Canaria), así como de rescate en alta mar con barcos de la Armada y poniendo a disposición las capacidades aéreas para el transporte de personas a la península. «No han parado, se siguen haciendo, aunque no en la cantidad que algunos quieren», indicó el delegado. También se recoge la apertura de una central de emergencias propia en Canarias por parte de la Secretaría de Estado dedicado a la coordinación migratoria en las islas para realizar un «seguimiento continuo de la situación in situ».

En relación a otros asuntos relacionados con esta materia, que Pestana califica de «muy complicada», asegura que «hacen falta muchas acciones para que todo salga bien». Por un lado, volvió a apelar a la solidaridad de Europa, pero también al Gobierno central para que coordine las derivaciones al resto de comunidades autónomas y alivie así la presión migratoria en las islas. Y aunque elogió el «buen ejemplo» de algunas comunidades que han aceptado acoger a los menores no acompañados, considera que la cantidad es aun muy pequeña comparado con el volumen que está manejando el Archipiélago.

Por otro lado, en la hoja de ruta para atajar este fenómeno aún quedan frentes abiertos, que pasan inevitablemente por la lucha contra las mafias, la cooperación internacional en el control de las fronteras o ayudas al desarrollo.