ONG y partidos rechazan el optimismo de Escrivá

Las declaraciones del ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, quien aseguró en el Congreso que la crisis migratoria de Canarias está ya bajo control, han sido recibidas con cierto pudor por parte de distintos partidos políticos y ONG. El coordinador territorial de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), Juan Carlos Lorenzo, reconoce que en los últimos meses «el circuito está fluyendo» gracias al aumento de las derivaciones a la península de personas vulnerables y la apertura de los aeropuertos, que han permitido continuar el proyecto migratorio de quienes disponían un título habilitado para viajar. En ese sentido, la situación puede considerarse «manejable» en términos cuantitativos, tal y como apuntó el ministro, puesto que de los 27.000 migrantes irregulares que han arribado a las costas de las islas desde comienzos de 2020 solo quedan 3.200 en los centros de acogida. «Esas cifras son correctas, pero lo que no se ha resuelto es la cronificación de los campamentos, que debían tener un carácter más temporal y donde, además, se observa un deterioro emocional cada vez más preocupante», explica Lorenzo.

A esto se añade la falta de respuesta ante el incremento de las personas en situación de calle, que ascienden a alrededor de mil solo en Gran Canaria según las últimas estimaciones, y que están tensionando la labor de las organizaciones sociales y servicios sociales municipales. Una situación de la que también han alertado repetidamente desde Unidas Podemos Canarias, que reclaman emplear parte de los fondos europeos destinados a la crisis migratoria en su integración o reubicación. «Dejarlas sin papeles, al margen de todo en una isla no es sostenible», indica Gemma Martínez, secretaria de Políticas Públicas, en declaraciones anteriores a este periódico.

Dura ha sido la respuesta del Partido Popular, que tacha de «vergonzosas» las palabras de Escrivá. La presidenta de la formación en Canarias, Australia Navarro, se mostró incrédula por que el Gobierno de Pedro Sánchez presuma de gestión ante la crisis humanitaria e invitó al ministro a visitar los campamentos y revisar los informes del Defensor del Pueblo y el Diputado del Común antes de «ofender a la inteligencia» de los canarios. «Debería empezar por pedir perdón y reconocer que su política migratoria ha sido un fracaso».

Por otro lado, Navarro asegura que pone en cuarentena las cifras difundidas por el Ejecutivo, que se ha caracterizado por un «escandaloso oscurantismo». Martínez coincide, indicando que los datos conseguidos no son públicos sino que han sido obtenidos a través del portal de Transparencia y, además, «no cuadran». La formación morada tampoco simpatiza con la tendencia de usar la frontera sur de Europa, y en particular al archipiélago, como muro de contención.

En cualquier caso, los distintos organismos se mantienen a la expectativa de cómo evolucionará el flujo migratorio en el próximo mes, una vez concluya el Ramadán. «Al ser un periodo sagrado, lo cierto es que bajan las llegadas, pero no sabemos si luego habrá un repunte o no», indica Lorenzo. «La realidad migratoria siempre es cambiante».

El diputado del PSOE por Las Palmas, Luc André Diouf, sí augura mayor afluencia y confía en que el Gobierno siga trabajando en la mejora de la gestión. Afirma que está siendo un camino «difícil», pero ha habido muchos avances y hace un llamamiento a las responsabilidades compartidas con los paises europeos. «Canarias es el primer paso pero, en general, España, Italia o Grecia no pueden hacerse cargo solas de este problema», añadió.

También criticó la excesiva repercusión de la crisis migratoria en los medios. Si bien admite que es «interesante mantenerla en el candelero, también hay que cuidar la información». Sobre este asunto, consdiera que más allá de los datos, hay que «centrarse en las personas» y se mostró favorable a abrir la puerta de los campamentos a la prensa.