«CC necesitaba un baño de humildad para evolucionar desde la autocrítica»

CC acaba de celebrar su VII Congreso Nacional. De momento no se cumple el vaticinio de que sin la amalgama del poder se disolvería como un terrón de azúcar.

-No, no se ha cumplido. Creo que hemos demostrado madurez como organización política. El camino ha sido difícil pero lejos de dividirnos, pelearnos o echarnos las culpas, estamos unidos. En este último año y medio más de 600 personas se han dado de alta en el partido, tenemos ya más de 25.000 afiliados. Y cuando ponemos por encima de todo a Canarias las diferencias son fáciles de pulir. Vamos a aprovechar esta etapa para reforzarnos. Hay que tener en cuenta que nosotros nos formamos desde el poder, desde las instituciones. Eso ha llevado a que durante mucho tiempo CC se haya centrado básicamente en la gestión. Hemos descuidado la propia organización. Ahora que no estamos en el poder vamos a profundizar en la estructura de partido y dar un salto más de madurez en un proyecto de 27 años.

-¿Qué va a cambiar en CC bajo su liderazgo?

-Los cambios no serán en una línea rupturista. Con errores y con aciertos somos el partido nacionalista que más tiempo ha estado gobernando en una comunidad autónoma y será por algo, porque hemos obtenido la confianza de la ciudadanía o porque hemos sabido actuar con inteligencia en los pactos. Después de 16 años de pérdida de apoyos, en las últimas elecciones subimos un 25,2% con 45.000 votos más, lo que significa que hemos ido conectando. Pasar a la oposición también nos da un baño de humildad que era necesario, las cosas como son, para evolucionar desde la autocrítica, y a partir de ahí debemos adaptarnos a una sociedad que previsiblemente va a ser muy distinta a la de antes de la pandemia

-¿El nacionalismo de CC se construye contra el Gobierno del Estado? Dicho de otra forma, ¿necesita CC un Gobierno central al que enfrentarse?

-No, no. Lo que necesitamos es proteger los derechos de los canarios. El futuro se construye, no vale quedarse sentado en un sillón esperando a que las cosas pasen, alguien tiene que hacer que pasen. Los canarios a lo largo de los últimos años nos hemos dotado de una serie de elementos que nos permiten ir acortando la distancia para estar en igualdad de condiciones con el resto de los españoles. Tenemos el REF y el Estatuto de Autonomía. Esas herramientas de las que nos hemos ido dotando son lo que permite que los canarios no estén condenados a ser ciudadanos de segunda. Y eso es lo que ahora mismo se está desmantelando por la vía de los hechos consumados. En parte porque no tenemos peso en Madrid, esa es la realidad, y eso también es culpa nuestra porque la gente vota, a lo mejor es que no hemos sabido conectar, porque si tuviéramos seis diputados como el PNV otro gallo cantaría. Por un lado nos falta peso político en Madrid y por otro no tenemos un Gobierno canario que eleve la voz. Lo tenemos que hacer nosotros

-CC ha endurecido su posición contra el Gobierno de Sánchez, usted con un discurso más templado en el Senado y Ana Oramas con un tono mucho más vehemente en el Congreso. ¿Estamos ante una estrategia de poli bueno-poli malo?

-Somos distintos, aunque nosotros las posiciones las debatimos en el seno del partido. Pero somos personas distintas con caracteres distintos y formas distintas. Nosotros cuando llegamos a endurecer el tono ya hemos recorrido un camino previo. Por ejemplo en el caso de la inmigración, hemos enviado documentos al Gobierno, hemos presentado iniciativas, hemos hablado con lealtad y hemos advertido, ojo con esto que ya lo hemos vivido. Queremos ayudar, pero cuando la otra parte no atiende, no quiere o no puede y se limita a imponer no podemos ser cómplices de la situación. Procuro ser respetuoso, correcto, pero no puedo admitir que desprecien a todo un pueblo.

-Explíquenos qué implica eso de deshacerse del «complejo regionalista» que aprobó CC en su congreso.

-Ese fue un debate interesante porque al final de lo que se trata es de profundizar en el autogobierno. Uno de los avances del Estatuto de Autonomía es que permite a Canarias tener mucha más capacidad en la toma de decisiones. Tenemos que hablar sin complejos de la nación canaria. ¿Eso significa que somos independentistas? No. No somos independentistas, pero sí somos una nación y no tenemos que tener complejos para decirlo.

¿Qué le faltaría a los Presupuestos del Estado de 2021 para que CC reconsiderara su rechazo?

Le falta cumplir la inversión media, le falta la partida de infraestructuras educativas, la de infraestructuras turísticas, la de obras hidráulicas... Presentamos 140 enmiendas y nos pasaron el rodillo. Las volveremos a presentar en el Senado y todo lo que sea bueno para Canarias lo apoyaremos. Nos faltan en torno a 460 millones de euros que ya estaban en los Presupuestos de 2018, la ejecución de la sentencia de los 1.100 millones de la deuda de carreteras y otras partidas referenciadas al nuevo REF que tendrían que estar reflejadas.

-¿Ve posible alcanzar la traída y llevada reunificación del nacionalismo canario?

-Es posible, claro que se puede. A pesar de todo lo que ha pasado, en las elecciones generales le dimos los votos a Nueva Canarias (NC) para que Pedro Quevedo fuera diputado. Creemos que la unidad del nacionalismo es necesaria para la defensa de Canarias. Nosotros cumplimos siempre nuestra parte, otros no. Vamos a ver qué ocurre, cómo evoluciona y si se cumplen los acuerdos. Esperamos que NC cumpla su parte para generar ese clima de confianza. Si se aprueban los Presupuestos seguramente se agotará la legislatura estatal y esperamos que Quevedo cumpla, dimita, y le deje el escaño a María Fernández.