Guerra interna en Vox Canarias: «Esto va a acabar reventando»
Las quejas de militantes por la «arbitrariedad» de la dirección en Las Palmas se suman al motín que malogró la lista por la provincia tinerfeña
Varios militantes, excargos orgánicos y simpatizantes de Vox coinciden en un mismo diagnóstico: el partido en Canarias se ha convertido en un polvorín y las consecuencias del conflicto interno aún están por verse.
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«Hay una guerra interna entre la corriente liberal y la ultraconservadora y esto va acabar reventando por algún lado», advierte un exmilitante que ha ocupado varios cargos orgánicos y que se dio de baja hace unas semanas.
Su firma está en la carta que un grupo de críticos ha enviado a la dirección del partido en Madrid para que tome cartas en un situación que describen como insostenible y en la que denuncian decisiones arbitrarias por parte del Consejo Ejecutivo Provincial (CEP) de Las Palmas, mala gestión, enchufismo en puestos de salida, coacciones, falta de transparencia y financiación irregular del partido.
Las quejas del sector crítico de Las Palmas se suman a la rebelión interna que llevó a renunciar a varios candidatos al Congreso por Santa Cruz de Tenerife a pocas horas de que cerrara el plazo para inscribir las listas definitivas al Congreso para el 23J, lo que dejó al partido de Santiago Abascal sin candidatura a la Cámara Baja por la provincia tinerfeña.
El exmilitante que habla en nombre de los firmantes de la carta, que estuvo varios años afiliado al partido, asegura que en Canarias el malestar de la militancia es generalizado ante la actuación de las direcciones provinciales, y vaticina más abandonos y motines si los resultados del 23J no son favorables para la formación de extrema derecha.
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«Lo que ha hecho Vox en Canarias, más incluso que en el resto de España, es montar sucursales del Opus Dei», señala, «no hay más que mirar los nombres de las personas que encabezan las listas y acumulan los principales cargos», añade.
Denuncia asimismo que desde su ingreso en Vox hasta que lo abandonó por «hartazgo y desencanto» se cambiaron hasta tres veces los estatutos del partido por medio de votaciones telemáticas de «dudosa fiabilidad», para darle una estructura cada vez más vertical y quitar derechos al afiliado.
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«Cuando los afiliados se quedan sin voz ni voto ya no es un partido, es una secta», señala, «son elitistas y solo buscan tontos útiles que paguen la cuota y hagan todo el trabajo durante cuatro años, pero a la hora de confeccionar las listas se colocan ellos y ponen a sus familiares y amigos del Opus, que no han pisado la sede ni repartido un solo folleto», añade,
La acusación más grave que hace el sector crítico de Vox Canarias, porque puede ser constitutiva de delito, es la de financiación irregular del partido, a través sobre todo de donaciones y de venta de merchandising en los mítines y actos públicos, cuya recaudación, aseguran, no se sabe adónde va ni queda registrada. Los promotores de la carta aseguran que están recabando pruebas para presentar denuncia ante la Fiscalía Anticorrupción.
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Sin respuesta
El sector crítico de Vox Canarias sigue esperando una respuesta de la dirección nacional del partido a las denuncias enumeradas en la carta que remitieron a Madrid hace ya una semana, y confían en que haya algún tipo de reacción en breve, antes de iniciar acciones «más contundentes».
La carta fue enviada por tres vías, dos de ellas al Consejo Ejecutivo Nacional (CEN) y otra al Comité de Garantías. De momento solo han recibido un correo electrónico de una de las personas vinculadas al CEN comunicándoles que da traslado de la carta a los responsables competentes en la materia, pero sin entrar en el contenido de las denuncias.
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«Hasta ahora solo hemos obtenido la callada por respuesta, pero nos hemos fijado un plazo límite para recibir una contestación por parte de la dirección nacional», señala el exmilitante de Vox Canarias que ejerce de portavoz de los críticos firmantes de la carta, «si en ese plazo no contestan, entenderemos que el silencio significa que no les interesa afrontar las irregularidades que denunciamos y que pasan del asunto, y si pasan tendrán que atenerse a las consecuencias», añade.
Cualquier paso que se decida dar tendrá que ser en todo caso, según adelanta, aprobado por la mayoría de los damnificados de Vox que suscriben las protestas contra la dirección provincial de Las Palmas.
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