¿Y por qué no ficha el PSOE canario a María Jesús Montero?

El de este sábado no era un mitin pero como si lo fuera. Tampoco lo era la asistencia de Alberto Núñez Feijóo al arranque de la convención que se inventó el Partido Popular en Canarias el mes pasado y nadie discute que el evento en Infecar fue un mitin en toda regla.

Por eso mismo, y con ese antecedente cercano en el tiempo, sorprendió que el PSOE grancanario arriesgase prácticamente nada en el acto organizado para anunciar la candidatura de Carolina Darias a las primarias para ser la candidata a la Alcaldía de la capital grancanaria.

Un dato es revelador de ese conservadurismo de la fontanería socialista: eligieron la Sala Alegranza del auditorio Alfredo Kraus y habilitaron 210 sillas, un aforo que no se cubrió del todo.

Más aún: el tono de las intervenciones no ayudaba a despertar el entusiasmo. Quizás porque el día había amanecido nublado y ventoso, quizás porque era temprano para un sábado -las diez de la mañana- o quizás porque el margen para la sorpresa era ninguno: era un secreto a voces hace meses que Carolina Darias será la número uno al Ayuntamiento. De hecho, quizás la única persona dentro y fuera del partido que no se enteró a tiempo fue Inmaculada Medina, que hizo de tripas corazón y acudió sonriente al evento.

Lo cierto es que el mitin solo se vino arriba emocionalmente cuando subió a la tribuna María Jesús Montero. A la ministra de Hacienda le echan en cara sus críticos que es populista, que no tiene margen para la autocrítica... pero si se trataba de animar a los presentes, nadie como ella, que no solo ensalzó la figura de Carolina Darias, sino que repartió a diestro y siniestro. En realidad, a diestro, pues sacó a pasear la ministra su revés de izquierda, cual tenista del Top 10 de la WTA, y golpeó con fuerza contra el Partido Popular.

Incluso tuvo un guiño hacia Podemos pero sin mencionarlo. Lo hizo para defender la ley del sí es sí, pero pasando de puntillas sobre la polémica en torno a las rebajas de condena y evitando aclarar si habrá finalmente modificación legislativa. Ahí demostró tablas: supo nadar y guardar la ropa.

Visto lo visto, cabe preguntarse por qué no ficha el PSOE a Montero como candidata. Da igual para qué lista: vale lo mismo para un roto que para un descosido. Y además presume que los del «sur» ya se han hecho oír en una España que los marginaba históricamente. Que es una nueva variante de nacionalismo. Por cierto, cuando empezó con lo de las personas del «sur», sonó a un viejo éxito de Raffaella Carrá, pero por suerte no iban por ahí los tiros.

¿Qué dijeron Franquis, Torres, Hidalgo, Darias o Montero de la gratuidad de los bonos para guaguas, gracias a una concesión socialista a Coalición Canaria, o del lío que tienen ahora las empresas de transporte ante el incremento de demanda que se prevé? Pues nada.

Y no será porque no tienen competencias en el asunto: uno es consejero de Transportes e interlocutor con Madrid para ese asunto; el otro es presidente de Canarias y con hilo directo con la ministra que da el visto bueno a los retoques presupuestarios; el tercero manda en Guaguas Municipales y en el Cabildo le tocaría ordenar desde la autoridad única del transporte; la cuarta aspira a gobernar en la capital grancanaria a partir de mayo de 2023 y Montero, además de tener la llave de la caja fuerte con los dineros del Estado, sabe cómo se las gasta CC, que para eso tuvo que escuchar aquello de Ana Oramas de que si quería engañar a alguien con su demagogia, que se fuera a la barriada sevillana de las Tres Mil Viviendas.

Pero esto es lo que hay: la precampaña ya está aquí, los dos votos de CC en el Congreso Sánchez los da por buenos a cambio de una incoherencia y el PSOE mueve ficha con celeridad.

No como el PP, que sigue con la selección de personal...

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