«Agresiones, insultos y vejaciones» a trabajadores del centro de menores migrantes de Fuerteventura

La Federación de Servicios a la Ciudadanía de Comisiones Obreras Canarias (FSC-CCOO) denunció este lunes el agravamiento de la situación de los trabajadores del Dispositivos de Emergencia para la Atención de Menores Extranjeros No Acompañados (DEAMENAC) de Fuerteventura, en Puerto del Rosario, debido a la masificación del centro y a los reiterados, y cada vez más graves, actos de violencia contra los trabajadores y la dirección del centro.

El sindicato señala la «pasividad» de la Fiscalía y las administraciones públicas para poner remedio a un problema que se extiende en el tiempo.

A colación de esta denuncia Canarias7 se ha puesto en contacto con el portavoz sindical de los trabajadores de este centro y asegura que la situación es realmente insostenible.

El portavoz sindical que prefiere guardar el anonimato ha explicado que «la situación de violencia que se vive en el centro es constante, con agresiones contínuas a los educadores» que cuidan a los menores, aunque deja claro, que en muchos casos, puede que se trate de jóvenes mayores de edad, pues la mayoría están a la espera de que se confirme mediante pruebas si efectivamente son menores.

Según este portavoz, «prácticamente todas las semana hay agresiones a los trabajadores, insultos y vejaciones». En concreto, señala que «hace unas tres semanas uno de los educadores resultó lesionado en un altercado, por parte de estos menores, en el que le rompieron la nariz y en otro ataque le rompieron el dedo meñique«.

«Otra de las educadoras recibió un mordisco hace varias semanas y la pasada semana, dos de las cuidadoras fueron zarandeadas, agredidas e insultadas por parte de varios menores, que regresaron al centro pasada la hora del toque de queda y exigían cenar, fuera del horario establecido«. A raíz de estos hechos, una de las educadoras está de baja médica.

En otra ocasión, sigue narrando el portavoz sindical, varios de los menores migrantes encerraron en la oficina a las dos educadoras y las retuvieron, hasta que se cansaron. Además, señala que las dos trabajadoras son objeto de constantes «insultos, improperios y vejaciones, dada su condición de mujeres».

«Muchos de los altercados, disputas y malos modales hacia los trabajadores del centro, se producen porque no les gusta la comida y la situación es ya insostenible», precisa el representante sindical.

Los trabajadores señalan que desde las primeras denuncias de estos hechos, hace ya meses, la Fiscalía no ha tomado cartas en el asunto, desentendiéndose de un problema que es de su competencia.

En concreto el portavoz sindical recuerda que uno de los supuestos menores, tiene ya acumuladas más de ocho denuncias por ataques a cuidadores, sin que la Fiscalía de Menores haya actuado.

También muestra el portavoz sindical la situación de masificación que vive el centro, que en principio se creó para 25 jóvenes, y podría albergar hasta 35, pero en la actualidad se encuentran alojados 50 chicos. De este modo, explica que la ratio de trabajadores por menor es de tres educadores para cada 17 jóvenes, durante la noche, lo cual excede con creces los parámetros normales, que deberían rondar los cinco menores por cada educador.

Otra de las quejas se refiere al hecho de que las pruebas para confirmar que estos jóvenes son menores de edad se alargan demasiado en el tiempo. Según señala el representante sindical, la media de tiempo para hacer una prueba de edad a estos jóvenes viene tradando entre seis y siete meses, cuando son pruebas que no requieren mucho tiempo para llevarse a cabo.

Se han cursado continuas denuncias por los ataques a la Policía, a la Fiscalía, al Cabildo, que es la administración responsable de los menores y según este portavoz, nadie actúa para atajar el problema. Por ello piden una solución urgente e inmediata.