Aitor Esteban. Portavoz del Partido Nacionalista Vasco en el Congreso
«Si apostamos por la investidura, hay que darles una oportunidad y eso exige darles presupuestos»Asegura que es comprensible el voto de Coalición Canaria en las dos sesiones de investidura
El portavoz del Partido Nacionalista Vasco (PNV) en el Congreso ha estado la presente semana en El Hierro y desde allí atendió telefónicamente a CANARIAS7.
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–¿Esta es la legislatura en la que los nacionalismos pueden cambiar si no el curso de la historia sí el del modelo constitucional?
–No sé si esta es la legislatura para todo eso pero al menos sí podremos enfrentarnos a los retos que no se quisieron abordar al hacer la Constitución, y me refiero a temas como la identidad nacional. Al menos vamos a empezar a debatirlo pero no tengo la certeza de que se pueda hacer en esta legislatura porque también los nacionalistas están compitiendo entre ellos, tanto en Cataluña como en Euskadi.
–¿El mayor riesgo para los nacionalismos es esa competencia entre ellos que menciona o lo que ya se conoce como el nuevo nacionalismo español, anclado en el bloque conservador?
–Ese otro peligro del nacionalismo español lo tienen los nacionalismos periféricos, como nos llaman, pero también la democracia porque el nacionalismo español niega la existencia de los demás; en cambio, los nacionalismos periféricos no negamos la existencia de los demás, ni de la propia España. Ese nacionalismo español emergente es que, además, se siente orgulloso del franquismo y lo dicen desde la propia tribuna, hablan claramente de ilegalizaciones, de anular al otro... cosas que son profundamente antidemocráticas. Te encuentras con un Santiago Abascal que el otro día pedía a la Policía que no obedeciera a sus mandos, etc. etc. Es el mayor peligro para la propia democracia y lo entendimos así: por eso le dijimos al PP que si de lo que se trataba era de construir algo con Vox, con nosotros es que no podrían ni hablar.
–Menciona a Vox y lo enlazo con eso de que los extremos se tocan: llega el Día de la Constitución y Vox no está en el Congreso, pero ustedes tampoco. ¿Cómo se explica esa coincidencia?
–El PNV está donde ha estado siempre: nunca hemos ido a ese acto y no votamos la Constitución. Así como en Cataluña salió con un abrumador consenso, el PNV optó por la abstención y lo que es ahora el mundo de la izquierda abertzale optó por el no, de manera que no se produjo una aprobación efectiva, pues solo el 30% del censo vasco aprobó la Constitución española. El problema de Vox es que nunca ha estado dentro de la Constitución, porque nunca han querido funcionar de acuerdo a ella. Vox está apuntando a romper las bases que mínimamente pueden, con las diferencias que tenemos, engarzar a unos con otros.
«Puedo entender las particularidades del nacionalismo canario que se reflejan en cada isla»
–En 2024 habrá elecciones europeas. ¿Tienen futuro los nacionalismos en Europa? No faltan voces que alertan de que el mayor riesgo para la UE son los nacionalismos y los populismos.
–El problema es que identificamos nacionalismo como un todo, pero no tiene nada que ver el nacionalismo democrático del PNV, comprometido con los derechos humanos y la democracia, con políticas progresistas y con un nacionalismo muy institucional que luchó contra Franco y apoyó a los aliados en la Segunda Guerra Mundial, con otro tipo de nacionalismos, que son los avasalladores, los que niegan al otro, los que son xenófobos... Una cosa no tiene nada que ver con la otra. En términos de homologación democrática y europea, el PNV no tiene nada que envidiar a ningún partido político en Europa. Sin embargo, otros que van sacando pecho no tienen tan interiorizados los valores europeos.
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–El PNV, con esa historia, ¿entiende el nacionalismo en Canarias, muy vinculado a la lejanía y el hecho insular?
–Sí, lo entendemos. En su momento el Título VIII de la Constitución surgió porque había pulsiones nacionalistas muy evidentes, pero incluso entre Cataluña y nosotros vemos de manera muy diferente las cosas. ¡Pues claro que entendemos a Canarias! Galicia, por ejemplo, también reúne las características nacionalistas pero hay una mayoría parlamentaria del PP que no lo reclama. Canarias, por su ubicación y por su historia, porque tiene unas dinámicas muy propias, es lógico que tenga un régimen autonómico y que su nacionalismo sea distinto al nuestro, y también al catalán. Probablemente no en clave nacional, porque seguramente el nacionalismo canario se siente muy cómodo en España, pero sí reivindicando que les dejen hacer. También puedo entender las particularidades del nacionalismo canario que se reflejan en cada isla, porque no son iguales.
–¿El PNV entendió la posición de CC en los debates de investidura, apoyando primero a Feijóo y finalmente a Sánchez?
–No era una posición fácil. Sí que lo entiendo porque pensaron en lo que era mejor para Canarias. Lo veo lógico desde un punto de vista nacionalista canario.
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«Lo de Podemos y Sumar se veía venir. Hacerlo ahora es una mala señal para el Gobierno»
–¿Usted o algún otro diputado del PNV se vieron presidiendo el Congreso, como planteó CC?
–No. Nosotros nunca nos planteamos eso. Lo hizo CC pero ahí estaban también los catalanes en esa propuesta. Nosotros sí queríamos estar en esta ocasión en la Mesa, no es la presidencia, porque entendíamos que podíamos ser un factor de equilibrio en la toma de decisiones y así no quedaba a merced de una mayoría de izquierdas o de derechas.
–El anuncio de los cinco diputados de Podemos de que se van al Mixto ¿es sobre todo la constitución de que la legislatura va a ser complicada, o es una oportunidad para los nacionalistas en el sentido de que sus votos tiene todavía mayor valor?
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–Lo de Podemos y Sumar se veía venir. Otra cosa es que hacerlo ahora es una mala señal para el Gobierno. Creo que la política hay que entenderla con una cierta mirada larga, de manera que la posición que adopte uno, se tiene que entender y hay que justificarla porque, además, lo que pueda ser pan para hoy puede ser hambre para mañana. En todo caso, creo que esta legislatura puede servir para que entre todos vayamos imaginando y estableciendo mecanismos y fórmulas que hagan que todos nos encontremos a gusto. ¿Dará tiempo de hacerlo todo? Ufff, va a ser una legislatura muy complicada, porque basta que se desmarque un solo grupo para que las cosas no salgan adelante, basta que alguien diga una palabra de más en un momento determinado... lo que sí creo es que si apostamos por una investidura, hay que darles una oportunidad y eso exige darles presupuestos. Otra cosa no se entendería.
«Siendo de Canarias, creo que sabe lo que es la sensibilidad autonómica»
–¿El primer test de estrés o prueba de fuerza de esta mayoría van a ser las elecciones vascas?
–No lo creo. Habrá algunos más antes, como decretos o iniciativas parlamentarias que no se lleven bien atadas o negociadas. Las elecciones vascas no sabemos cuándo son y ¡vaya usted a saber! También están las gallegas, que se plantean más en dinámica de bloques como en el Estado, y yo no descartaría unas catalanas adelantadas. Pruebas de estrés va a haber varias y una de ellas serán los presupuestos, y luego, evidentemente, habrá una gran batalla para el Parlamento Europeo, porque la derecha va a intentar demostrar que son bastantes más que la izquierda y que, por tanto, serían necesarias unas nuevas elecciones.
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–En el debate de legislatura, se dirigió usted a Pedro Sánchez utilizando el símil del rugby, el juego de equipo y algunas estrategias. Aunque la legislatura está empezando, ¿cree que Pedro Sánchez lo ha entendido y se lo tendrá que explicar de nuevo?
–Recordará que dije que en el rugby en ocasiones se daba una patada al balón para que subiera mucho y tardara en bajar, pues creo que la pelota todavía está bajando. Vamos a ver en estas dos semanas, ya con plenos y votaciones, cómo se comporta cada uno. Lo veremos entre finales de este mes y febrero.
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«Duelos al sol los ha habido ya y eso creo que va a continuar. Seguirá el del PP-PSOE, desabrido»
–¿Qué le pide el PNV al nuevo ministro canario de Política Territorial y Memoria Democrática, teniendo en cuenta, y lo mencionó usted en el debate de investidura, que hay transferencias pendientes recogidas en el propio Estatuto de Gernika?
–Todas se refieren al Estatuto de Gernika, y son casi 30. Lo que sí concretamos es que tres debían hacerse en los próximos tres meses, están avanzadas y trabajadas y deberían concretarse. Con el nuevo ministro aún no me he sentado, pero me gustaría hacerlo a ser posible la próxima semana, y lo que me gustaría es que tenga sensibilidad y de hecho buena parte de la del Gobierno pasa por sus manos. Creo que siendo alguien que viene de Canarias, con todos los respetos a los de otros sitios, pues sabe lo que es la sensibilidad autonómica y lo que supone tener en tus manos los mecanismos para hacer más eficaz la política. Creo que tiene una importante carga sobre sus hombros en cuanto a la continuidad de la normalidad y de la vida de este Ejecutivo.
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–En la tribuna usted ha demostrado que es cinéfilo. ¿Esta legislatura es más de 'duelos al sol' o quizás se asemeja a 'El tercer hombre', pensando en Puigdemont como ese hombre?
–[Sonrisas]. Duelos al sol los ha habido ya y eso creo que va a continuar. Será una mezcla de las dos, el duelo al sol seguirá siendo el de PP-PSOE, desabrido todo y sin muchos matices, y pero la clave del tercer hombre es importante, porque supondría la normalización de las relaciones políticas en Cataluña y que Junts comience a hacer política de otra manera, porque se había apartado de la política, más allá de la declarativa. Eso supone un cambio, pero para bien. Será una mezcla, pero ya sabe aquello de las sesiones continuas, que nos metíamos en el cine y había varias pelis: pues estamos ante una sesión continua.
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