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El cineasta neozelandés Peter Jackson no imaginaba, ni por asomo, que iba a acabar rodando un proyecto tan inmenso como la saga de 'El Señor de los Anillos' cuando se juntaba en sus comienzos con los colegas para rodar piezas gore de culto como 'Mal gusto', donde tuvo que interpretar él mismo a varios personajes y hacer los efectos especiales a base de tripas y ketchup a lo largo de varios años. Caspa a todo trapo, sin límites, que derivó en otra obra cumbre del género del exceso y el humor negro como la salvaje 'Braindead', aka 'Tu madre se ha comido a mi perro', donde se emplearon toneladas de sangre artificial, sesos y menudillos.
La reivindicable 'Agárrame esos fantasmas', un homenaje al cine de los 80, fue su salto a Hollywood. A partir de ahí, se desató la locura. El inquieto realizador afrontó una superproducción cumpliendo un sueño: adaptar la obra cumbre de J.R.R. Tolkien. Se llevó el Oscar en 2003 por 'El Señor de los Anillos: El retorno del rey', la tercera entrega de la magna trilogía, y la lió de nuevo, entre Mordor y Hobbiton, abriendo otra franquicia a partir del libro 'El Hobbit', cuya historia lineal se desarrolla en la popular Tierra Media 60 años antes de las tribulaciones de Frodo y sus amigos. Bastante más liviano en la lectura, con muchas menos páginas, se empleó bastante relleno para rentabilizar el salto a la gran pantalla, una decisión que perjudicó al resultado final, dividido en tres partes.
'El Hobbit: La Batalla de los Cinco Ejércitos' fue el tercer capítulo de una saga estirada que no convenció a casi nadie. Las aventuras de Bilbo en su viaje impredecible junto al mago Gandalf y trece Enanos liderados por Thorin Escudo de Roble, en una épica misión cuyo fin era recuperar la Montaña Solitaria y el Reino Enano de Erebor, exprimió al máximo la prosa de Tolkien en imagen real hasta el punto de darle matarile, creativamente hablando, a la gallina de los huevos de oro.
Sin embargo, las plataformas de contenido online bajo demanda andan a la caza desesperada de un nuevo 'Juego de Tronos'. Generalmente estos fenómenos surgen sin esperarlos, como bien demostró 'El juego del calamar'. Es prácticamente imposible replicar el éxito internacional de 'La casa de papel', por poner otro ejemplo, desde un laboratorio de ideas, pero empeño no falta y tampoco dinero. En esta búsqueda de ideas ha vuelto la Tierra Media como notable fuente de inspiración.
Amazon Prime Video, atendiendo al deseo expreso de su megalómano mandamás, Jeff Bezos, ya estrenó la serie 'La rueda del tiempo', una clara respuesta a la adaptación audiovisual de los libros de George R. R. Martin, también basada en un fenómeno literario. La ampliación del universo de 'El Señor de los Anillos' se une a la ofensiva y brillará en su catálogo a partir de este viernes 2 de septiembre con la intención de erigirse como el evento del año, pocos días después de que la competencia, HBO Max, maniobrase con el lanzamiento de 'La Casa del Dragón', la precuela de 'Juego de Tronos', posicionándose en la guerra del streaming con la familia Targaryen liderando la acción. Las espadas están en alto.
Preceden al estreno de 'Los Anillos de poder', que constara de ocho episodios, innumerables avances en internet que han dado mucho de qué hablar antes de su puesta de largo, incluyendo encendidas polémicas -absurdas a estas alturas- sobre su reparto diverso e inclusivo. El marketing sobre la serie está siendo abrasador. Los anuncios en Internet echan humo y la cartelería invade las calles. El despliegue promocional es abrumador. Amazon Studios lo está dando todo en una evidente apuesta por ganar suscriptores y empequeñecer a la competencia en un momento complicado en términos de audiencia.
De entrada, ya se gastaron la friolera de 250 millones de dólares por los derechos de parte de la obra de Tolkien ('La comunidad del anillo', 'Las dos torres', 'El retorno del rey', 'Los Apéndices' y 'El Hobbit'). Las dos primeras entregas, dirigidas por en cineasta español J. A. Bayona ('Lo imposible'), ya muestran su poderío visual, con abundantes efectos visuales. Se estrenarán en exclusiva en más de 240 países, en múltiples idiomas, incluidos gallego, catalán y euskera. Un hito audiovisual ambientado en la Segunda Edad del Sol, la época precedente en más de 3.000 años a la de 'El Señor de los Anillos'.
La historia profundiza en el ascenso del siniestro Sauron y la creación de los anillos que dan origen a la odisea. Inevitablemente, algún eco de 'El Silmarillion' puede colarse en la epopeya. Los showrunners, J.D. Payne y Patrick McKay, curtidos en la productora Bad Robot, apadrinados por J.J. Abrams, se han centrado principalmente en mantener el espíritu de la obra original y han contado con el asesoramiento del nieto de Tolkien y la organización que gestiona su legado.
Jackson rodó en Stone Street Studios, Wellington, y en distintos lugares de Nueva Zelanda, empleando las últimas tecnologías de imagen y sonido. 'Los Anillos de poder' no va a ser menos. Han repetido escenarios en un rodaje de dos años llevado en secreto -con la pandemia de por medio-, aunque para la segunda temporada suena Inglaterra como lugar de acogida de la nueva filmación, ya en proyecto. La serie ha superado los 700 millones de dólares de presupuesto -el estreno del tráiler en la Superbowl costó 13 millones-. El gasto es muy elevado en comparación a los éxitos ajenos. Netflix invirtió 270 millones en la última temporada de 'Stranger Things', mientras 'La Casa del Dragón' anda por los 90 millones, según los datos que aporta la propia HBO. La gira de promoción de la serie concluyó en Londres esta misma semana tras comenzar en Los Ángeles, pasando por Ciudad de México, Bombay y Nueva York. En la capital de Reino Unido se recreó la Tierra Media en una alfombra roja de más de 600 metros de largo. El reparto principal, productores y demás equipo se reunieron en el estreno mundial, codeándose con numerosos fans. Una estructura construida para la ocasión representaba los cinco reinos en los que transcurre la serie: la capital elfa de Lindon; el reino enano de Khazad-dûm; el reino insular de Númenor; las Tierras del Sur y el mundo del Hombre; y las Tierras Salvajes, el hogar de los Pelosos.
Una joven Galadriel es la protagonista indiscutible de la aventura. Interpretada por Morfydd Clark ('Saint Maud'), representa a las fuerzas del bien con una imagen que recuerda inevitablemente a Juana de Arco. Su furia choca con la tranquilidad que mostraba en las películas de Jackson, posteriores cornológicamente. Otros protagonistas del relato coral son Arondir, el elfo interpretado por el actor de Puerto Rico Ismael Cruz Córdova ('The Undoing'); o Míriel, la reina regente de Númenor, el reino insular emparentado con la Atlántida, encarnada por la afroamericana de ascendencia ghanesa Cynthia Addai-Robinson ('El contable'). Benjamin Walker ('Banderas de nuestros padres') pone rostro y maquillaje a Gil-Galad, alto rey de los elfos. La batalla está servida. 'Willow', otra fantasía con toque medieval, llegará en noviembre a Disney +, quizás con el campo despejado.
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Clara Alba y Edurne Martínez | Madrid
M. Hortelano y Gorka Navaz
Borja Crespo, Leticia Aróstegui, Sara I. Belled, Borja Crespo, Sara I. Belled y Leticia Aróstegui
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