Nos encontramos prácticamente en el ecuador del actual mandato de NC-PSOE en el Cabildo de Gran Canaria con el que suman una década al ... frente de la institución insular. No cabe duda que es tiempo de balance, tiempo en el que un ejercicio de retrospectiva y examen crítico del trabajo realizado por estas dos organizaciones políticas en nuestra isla, no solo es conveniente sino necesario. Lamentablemente, todo nos lleva a un escenario alarmante. Si el pasado año hablábamos del rumbo a la «deriva» de la isla con estos gestores públicos del NC-PSOE, este año tenemos que hablar de «parálisis». Una situación totalmente desalentadora amparada en datos que provoca que Coalición Canaria se forje como la fuerza política que toma las riendas de la institución desde la oposición, la fuerza que enfrenta los problemas y trabaja para solucionarlos. No vamos a mentir, tenemos escaso margen de maniobra desde la oposición, pero el que tenemos lo aprovechamos hasta el final y hemos logrado situarnos con la ciudadanía y con la Isla.
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La problemática parte de una cuestión básica. Mientras Coalición Canaria sí tiene un plan de isla, sí cuenta con una hoja de ruta de las principales necesidades y acciones para el desarrollo y proyección de Gran Canaria, que está vivo y en continuo cambio, el gobierno de la isla permanece inmóvil con una incompetencia para gestionar en cuestiones fundamentales para los grancanarios y grancanarias: movilidad, políticas de cuidado y vivienda. De esta forma, miramos atrás y nos encontramos con diez años de asuntos pendientes. Diez años en los que el grupo de NC-PSOE no ha sabido abordar estas áreas como se merece y requiere Gran Canaria provocando que la isla llegue tarde a materias esenciales para el bienestar de su ciudadanía.
Sucede un hecho, y es que entre más nos acercamos nosotros a la ciudadanía, más distancia toman ellos. Por ejemplo, la política de vivienda, la más social que existe, brilla por su ausencia. El balance es el siguiente, una piedra para 63 viviendas en diez años. Una situación realmente preocupante teniendo en cuenta la crisis habitacional y que son el gobierno de la Isla. Nos preguntamos cómo es posible que un ayuntamiento como el de San Bartolomé de Tirajana haya podido sacar 35 millones de euros de sus remanentes y llegar a un acuerdo con el Instituto Canario de la Vivienda, órgano del Gobierno de Canarias, para construir vivienda pública y que el Cabildo de Gran Canaria saque pecho por una inversión de 3,3 millones de euros para las 63 viviendas que aún estamos esperando. Estos son hechos que muestran lo poco que le importa al gobierno del Cabildo de Gran Canaria los sueños de la ciudadanía que comienzan por acceder a una vivienda.
A todo esto hay que sumar el alarde de hipocresía por parte del consejero de área, Augusto Hidalgo, que se ha atrevido a decir en numerosas ocasiones que el gobierno insular no tienen competencias en materia de vivienda, cuando sabe bien que dispone de un Consorcio de Vivienda insular desde el 2008. Y este consorcio, según los estatutos, tiene entre sus competencias la posibilidad de asumir la ejecución del Plan de Vivienda de la isla y, entre sus objetivos, la construcción, rehabilitación, mejora y conservación de viviendas, incluida la adquisición y urbanización de terrenos.
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Excusas y más excusas que dibujan un cabildo frío que no tiene voluntad de sumar para mejorar la situación. Muchos grancanarios y grancanarias no pueden emprender un proyecto de vida ante el panorama de la vivienda y el Cabildo de Gran Canaria no es capaz de arrimar el hombro.
Es destacable que no tengan un plan y que se permitan ignorar, no solo la mano que tiende el Gobierno de Canarias, sino las propuestas que a lo largo de este mandato hemos presentado nosotros como grupo, una de ellas, la de poner en marcha una bolsa de alquiler asequible a la que puedan acceder todos los grupos de edad, dando prioridad a los más vulnerables.
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La lejanía de la que hablaba de NC-PSOE con respecto a ciudadanía se hace aún más evidente en materia sociosanitaria. Y es que en un área tan delicada como es la política de cuidados la falta de humanidad por parte del gobierno del Cabildo de Gran Canaria es clamorosa. No han sido capaces de despertar y actuar para reconducir la gestión nefasta en la que se encuentran sumidos y así, le están dando la espalda a los más vulnerables: mayores y personas con discapacidad.
Tienen que empezar a hablar de personas y no de números para poder solventar la situación. Y es que la única perspectiva en la materia del Cabildo es la creación de plazas sociosanitarias, plazas que llevan años prometiendo pero que no llegan a poner a disposición de los usuarios, y tampoco les ofrecen alternativas para mantenerse de forma digna en su hogar. No son capaces de abrir los ojos y comprender que las más de 4000 personas mayores que permanecen a la espera de que les asignen una plaza sociosanitaria están vivas ahora, necesitan asistencia ahora, no cuando ya no estén. Muchos han muerto esperando una cama, nos preguntamos cómo es posible que esto no les haga reflexionar y actuar. Aún no han entendido que hay que trabajar en dos vías, la de la residencialización y la de la asistencia en el hogar, no pueden continuar impasibles dejando a mayores sin asistencia en sus casas.
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La realidad es que el área de Isabel Mena se encuentra completamente huérfana y desprotegida. Ejemplo de ello es también la deplorable gestión de los Centro de Atención a Personas con Discapacidad (CADI) que ya hemos denunciado. Estos centros continúan funcionando con multitud de deficiencias y, pese a las denuncias de familiares, el Cabildo de Gran Canaria no ha sido capaz de dar respuesta y solucionarlas.
Hablamos de asuntos serios. Familias desesperadas, con miedo a que su hijo, padre, madre o hermano le ocurra algo en el centro sociosanitario y no haya personal para atenderlo, ese es el escenario. Familias que están sufriendo porque para poder trabajar y conciliar se ven obligados a mantener a su familiar en un centro en el que no confían. Una confianza rota por unas instalaciones críticas, por una falta de personal clamorosa, por una alimentación nefasta que ha sido denunciada por los propios médicos, por errores en la administración de la medicación que ha provocado el estado grave de usuarios. Es un auténtico despropósito y lamentablemente no se ha evidenciado voluntad de poner fin a estos hechos. Cualquier persona con un atisbo de humanidad hubiese cogido las riendas de manera inmediata y se hubiese enfocado en corregir el desastre que viven los CADI en lugar de negar la realidad. Hasta que la consejera Isabel Mena no reconozca los problemas, no se podrán solucionar porque para ella no existen.
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En materia de movilidad la situación no mejora. La inacción e incapacidad para gestionar de Augusto Hidalgo está repercutiendo en las políticas de movilidad. Recordemos que llevan diez años dando la espalda a los problemas que se generan en la GC-1 y que están mermando la calidad de vida de los grancanarios y grancanarias. Han preferido mantenerse de brazos cruzados mientras la ciudadanía llega tarde a sus citas médicas, pierden vuelos, tienen que reducir su jornada laboral porque el tiempo en carretera no les permite ir a recoger a sus hijos al colegio con una jornada completa, y un sin fin de situaciones que se dan a diario por los atascos y retenciones. Estas circunstancias no importaban para el grupo de gobierno del Cabildo al igual que el carril BUS-VAO en la GC-1 no estaba entre sus planes. Y es que resulta paradójico que ahora hablen de la propuesta de creación del carril BUS-VAO como una medida suya cuando recordemos que llevamos dos años presentando la propuesta y recibiendo el rechazo continuo del grupo de gobierno. La respuesta siempre ha sido que no era una prioridad para ellos. Tal vez nuestra insistencia les haya hecho reconducir su opinión, en cualquier caso, nos alegra que ahora sí sea importante para ellos.
Con todo, podemos decir que «se puede engañar a parte del pueblo parte del tiempo, pero no se puede engañar a todo el pueblo todo el tiempo», como dijo Abraham Lincoln. Pues bien, solo hay una verdad, en el grupo de gobierno del Cabildo de Gran Canaria de NC-PSOE no hay gestión ni liderazgo en materias esenciales. Una orfandad que ha venido a cubrir Coalición Canaria, porque con esta formación nacionalistas se constata que la isla si puede tener un plan para avanzar.
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