La reacción del emérito. Todo el mundo tiene derecho a la defensa, incluso al ataque como estrategia de esa defensa. Lo que choca un poco es que sea nada menos que un rey emérito, a través de sus abogados, quien arremeta contra la actuación de la Fiscalía, que investiga sus cuentas. Y también chirría que moleste al que fue jefe del Estado que se hagan públicas esas pesquisas fiscales. La reacción confirma que alrededor de don Juan Carlos sigue habiendo personas que no se atreven a hacerle ver que las cosas han cambiado, que se cayó el velo de la impunidad y que la transparencia es una exigencia democrática cuya intensidad crece en función de la altura en que se encuentre la institución.
Publicidad
Si de verdad don Juan Carlos quiere que la monarquía salga indemne de esa investigación, lo que debería hacer es esperar al resultado de la investigación y, mientras tanto, ofrecer colaboración y guardar silencio. Ya puestos, si vuelve de su exilio dorado, pues mejor.
Unanimidad parlamentaria. El Parlamento de Canarias cerró filas ayer en defensa del Régimen Económico y Fiscal. Veremos en qué queda este episodio, pues no son pocas las voces que advierten del riesgo de un fallo del Tribunal Constitucional desfavorable a las tesis de Canarias. No tanto por una cuestión de fuero, sino sobre la cobertura legal a la interpretación isleña sobre el alcance del diferencial fiscal en favor de la industria audiovisual. Mientras se pronuncia el TC, quizás lo relevante sea ver si sus señorías son capaces de ponerse de acuerdo en un asunto que tiene que ver con la defensa de las singularidades canarias. Ojalá cunda el ejemplo y los partidos asuman que las diferencias ideológicas son compatibles con el consenso en torno a lo importante.
Covid, vacuna y actividades esenciales. El Gobierno canario tiró al final por la calle del medio y optó por la vía del decreto ley, que acabará convertido en proyecto de ley para abrirlo así a la participación de todos los grupos parlamentarios.
Ahora bien, determinar en qué actividades productivas y laborales se considera prioritario acreditar si se está vacunado o no supone abrir una puerta en la que más pronto que tarde entrará todo el mundo. Porque seamos sinceros: ¿qué negocio no es esencial cuando lo que está en juego es la salud, y no solo la individual, sino la colectiva, pues un solo antivacunas puede derivar en un problema para el conjunto de quienes están alrededor?
Regístrate de forma gratuita
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión