Tres apuntes para cerrar la semana

Del Director ·

Las palabras de Sánchez sobre el rey las podía haber pronunciado Iglesias

Sábado, 27 de febrero 2021, 00:15

El futuro del emérito. Las palabras ayer de Pedro Sánchez sobre el rey emérito las podría haber pronunciado perfectamente Pablo Iglesias. Sonó a un intento de demostrar sintonía entre el jefe del Ejecutivo y el vicepresidente, y sonó sobre todo a una seria advertencia al rey emérito sobre lo que le espera: un retiro en vida. Da la sensación de que la suerte del que fuera protagonista de la derrota golpista del 23 de febrero de hace 40 años está escrita y no es otra, si vuelve a España, que encerrarse no sabemos dónde y no hacer vida social. El tono y el contenido de las palabras de Sánchez sorprendieron sobre todo cuando veníamos de los elogios de Felipe VI a su padre por el papel jugado hace cuatro décadas. Así las cosas, parece que le están buscando al emérito un lugar donde colocarlo y poco menos que tirar la llave. Esto de los encierros reales es muy propio de las dinastías pero estamos en el siglo XXI y no en la Inglaterra en que la Torre de Londres era el penal para quienes perdían el favor del monarca del turno, por muy intenso que fuera el parentesco. Otra cosa es que Juan Carlos I se deje.

Publicidad

Campamentos de ¿acogida? El Gobierno central está orgullos de haber montado varios campamentos donde meter a los inmigrantes irregulares, de manera que ya no tendrá que utilizar hoteles y complejos de apartamentos para ello. Teóricamente son centros de acogida pero ya hasta los propios inmigrantes se han dado cuenta de que es una 'acogida' de aquella manera, pues la filosofía es que sean lugares de estancia hasta que sean devueltos a sus lugares de origen o de subida a la patera de turno. Casi todos desean llegar al territorio continental pero la consigna del Ministerio del Interior es no conjugar el verbo derivar, al menos en público. En la práctica, estos campamentos de retención -llamemos a las cosas por su nombre- pueden ser un bomba de relojería ante la evidencia de que la paciencia de los inmigrantes se está agotando.

Las ayudas deben llegar ya. En realidad debieron llegar hace mucho tiempo pero ya se sabe que la burocracia tiene estas cosas... y también la falta de sensibilidad. Gobierno regionales, cabildos y ayuntamientos están tirando de fondos propios ante la evidencia de que el plan estatal, si es que alguna vez se hace realidad, llegará demasiado tarde para muchas empresas, que literalmente habrán muerto por el camino. Pymes y autónomos son perfectos conocedores de que la capacidad de espera se agotó hace meses.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Regístrate de forma gratuita

Publicidad