Cabalgata del Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria de 2020 Cober

Hoy no toca carnaval

Ultramar ·

Volveremos a hacer multicolor el tiempo y a llenar la calle de frescura y cívico desorden

Sábado, 13 de febrero 2021, 07:05

Hoy tocaría estar de carnaval. Y en un semana, de cabalgata. Cien mil personas botadas en la calle haciendo realidad el acto más festivo, genuino y carnavalero de estos festejos, así les pese a los que se empeñan en encorsetarlos en galas, escenarios y recintos cerrados. De banda a banda de la ciudad, mascaritas dislocadas, derrochando alegría. Pero, ya ven, no toca, aunque tocará, que como bien decía hace unos días Chuck Palahniuk, ese escritor salvaje que vaticinó la toma del Capitolio, nos espera una década gozosa, porque la epifanía solo viene tras el desastre. Y bien bueno es el que padecemos.

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Por tanto, anímense, que hoy toca pensar que volveremos a hacer multicolor el tiempo y a compartirlo; que seremos, otra vez, trangresores y ejerceremos el derecho a volvernos locos en estas fechas, después de un año sometidos a la fastidiosa vigilancia de la cordura, como decía Gabriel García Márquez. Qué sí, que llenaremos una vez más la calle de frescura y cívico desorden, porque ese es el orden del carnaval. Pero, lo dicho, hoy no toca. Toca mantenerlo vivo en el corazón, sabedores de que regresará y de que, tomando palabras de Irene Vallejo, «ante una desgracia colectiva, solo la colaboración y la generosidad sanarán la cicatriz de las separaciones». Ahora toca sanar; por tanto, hay que tomar conciencia, tener fundamento y dejarse de chorradas, sin olvidar la risa, esa que tanto sirve para liberar al hombre de sus miedos y que tan poco gusta a los tiranos, que nunca sonríen.

Toca reir como lo hicimos en la cabalgata de hace poco menos de un año y recordar los abrazos, jolgorios y guiños compartidos. Pero tampoco olvidar lo que entonces se barruntaba y las lecciones que la vida nos ha dado en este tiempo.

En aquella jornada ya un buen grupo de inmigrantes, acogidos en la Casa del Marino, contemplaba absorto el bullicio carnavalero y un extraño virus se asomaba por China. Como estábamos y como estamos. Como ha sido uso y costumbre nos invitaron a instalarnos en el a ver qué pasa. Miren si ha pasado.

Y es que hay comportamientos que no hay manera de que cambien. A modo de anécdota, pero reveladora de lo dicho: En la entrega de la copa al ganador de la reciente Super Bowl, seguida por más de cien millones de telespectadores, no estuvo presente ni un solo político. El domingo en la entrega del trofeo de campeón de la Copa del Rey de voley al Guaguas Las Palmas había casi más políticos que deportistas.

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