Una solución de Estado

Editorial ·

Las políticas desplegadas por los ministerios están en consonancia, desgraciadamente, con las tesis que se imponen en Bruselas

Domingo, 21 de febrero 2021, 13:03

Mientras seguimos a la espera de que se concrete la visita del presidente Pedro Sánchez a Marruecos, país clave en el control del flujo migratorio irregular, en Canarias se suceden las muestras de malestar de quienes están retenidos y a la espera de un destino incierto, pues el oscurantismo sigue siendo la máxima del Ministerio del Interior. Las quejas en el campamento habilitado en Las Raíces se suceden y tienen el mismo denominador común de las vividas en otros lugares, como Barranco Seco en un primer momento o el Canarias 50. Se trata, en suma, de inmigrantes que protestan no solo por las condiciones de acogida, sino porque desean saber claramente si se les va a dejar llegar a territorio continental, como es su deseo, o si van a ser devueltos a los lugares donde subieron a pateras y cayucos.

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Y si ellos no lo saben, tampoco Canarias. La consigna ministerial y de la Delegación del Gobierno sigue siendo la misma: eludir las explicaciones, negarse a conjugar el verbo 'derivar' y consolidar unos campamentos en los que funciona un criterio bastante singular a la hora de determinar quiénes pueden entrar y quiénes no. Así, hemos visto que se deja pasar a un representante de Bildu, se dan facilidades a los parlamentarios socialistas y se ponen trabas a los de otras formaciones. De los medios de comunicación, ya ni hablamos, pues la orden sigue siendo la misma que cuando el campamento de la ignominia en que se convirtió el muelle de Arguineguín: cuanto más lejos la prensa, mejor.

El presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, reclamó esta semana en el Senado soluciones de Estado para un problema que es de ámbito nacional y también comunitario. Porque las políticas desplegadas por los ministerios están en consonancia, desgraciadamente, con las tesis que se imponen en Bruselas en estos momentos: convertir los territorios fronterizos en centros de contención.

Se equivoca el Gobierno de España si no hace caso al planteamiento de Torres, que va en sintonía con la mayoría parlamentaria y social de las islas. Como se equivoca la Delegación del Gobierno con cada paso que da para consolidar ese mecanismo de 'islas-cárcel' y, sobre todo, por su empecinamiento en hacer del oscurantismo una estrategia de gestión.

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