El Hierro, isla de esperanza

El fenómeno lleva ocurriendo desde que comenzó el repunte migratorio en las islas a finales de junio y comenzaron a salir de la costa senegalesa embarcaciones cargadas de personas y en algunos momentos se producen picos. Ocurrió el fin de semana del 11 de septiembre cuando llegaron a esta isla 500 pesonas y ha vuelto a suceder esta semana, cuando, entre el martes y el miércoles, han sido 1.195 las personas que han llegado.

Llegar a El Hierro es una suerte por varios motivos. Si una barcaza se aleja de su costa porque se queda sin motor o se pierde el destino para sus ocupantes es realmente trágico porque las corrientes las arrastrarán hacia El Caribe y a una muerte segura Ya ha ocurrido. Más allá de El Hierro lo único que queda es el inmenso mar. También es una suerte porque, precisamente, como pueblo emigrante que es los herreños se caracterizan por su hospitalidad y solidaridad. Ellos saben lo que es salir de tu casa y llegar a otro país, sin nada, para buscarse la vida.

Por supuesto que en la isla hay voces contrarias a la inmigración y que tachan de «invasión» los picos de las llegadas que se están produciendo pero la generalidad, afortunadamente, es otra. Hay herreños que, cuando saben que hay llegadas, se acercan al muelle y llevan comida, mantas... y preguntan si pueden echar una mano. Estos días se han vivido momentos duros de no poder llegar a todo ante l a intensa llegada de personas. Ahí es donde el Estado tiene que ver la forma de mejorar la infraestructura a piede de muelle para atenderles. En El Hierro no hay nada montado en el puerto sino que se improvisa a medida que van llegando y hacerlo para casi 700 personas, como fue el miércoles, es complicado. Hoy la mayoría de los llegados serán repartidos en centros de otras islas, dejando hueco para los siguientes.