Eugenia Páiz, junto a su hija Rebeca, en una imagen colgada en redes dos días antes del suceso y en el que daba cuenta de las dificultades de su día a día. c7
A cara descubierta

¿Quién cuida al cuidador?

El suceso de La Palma de la semana pasada por el que una madre intentó suicidarse junto a su hija autista, con el resultado del fallecimiento de la joven y quedando con vida la madre, destapa la soledad en la que se encuentran las madres con hijos discapacitados

Silvia Fernández Díaz

Las Palmas de Gran Canaria

Jueves, 18 de septiembre 2025, 22:58

La pregunta que encabeza y da título a este artículo esconde por detrás una reflexión después del terrible suceso que se produjo la semana pasada ... en la isla de La Palma, cuando una madre desesperada intentó quitarse la vida y la de su hija, completamente dependiente de ella -con autismo severo-, con un resultado terrible: la joven de 32 años murió y su progenitora quedó con vida. Cosas del destino.

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Desde que ocurrió el suceso numerosos medios de comunicación, programas y cadenas de televisión básicamente, se lanzaron a juzgar en numerosas tertulias a esta madre, acusándola de asesina. Sin embargo, tras este suceso se esconde una realidad muy cruda que pone en evidencia la soledad y la falta de apoyo a la que se enfrentan cada día las personas -mujeres en su mayoría- que se hacen cargo de hijos discapacitados o con problemas de salud mental.

Esta sociedad que se lanza a juzgar a las primeras de cambio no sabe que es, en parte, la culpable de que las personas que atraviesan situaciones desesperadas tomen medidas 'a la desesperada' al entender que no hay solución para la situación que atraviesan. Esta madre, Eugenia Paiz, que durante años ha luchado por reconocer el derecho de las personas con dispacidad y encontrar un hueco para ellas en una sociedad que castiga, machaca y mira para otro lado, tocó fondo. Quiso descansar e irse acompañada por su hija, dependiente de ella y a la que no tenía a quien encomendar cuando ya no estuviera aquí. Entendía que, sin madre, no había futuro para su hija en esta sociedad hipócrita, a la que se le llena la boca hablando de inclusión pero luego actúa castigando.

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