Saltan las costuras

Nada mejor que un batacazo en toda regla para que se vea la realidad de un partido, o de un 'no partido', porque el PSOE hace tiempo que dejó de ser una formación política, con sus sensibilidades y sus corrientes, y se convirtió en una entidad casi ausente y en la que solo había espacio para el líder (o sea, Pedro Sánchez). Pero llegaron los resultados de las elecciones madrileñas y todo empieza a saltar por los aires.

Una arritmia llevó ayer a Gabilondo a un centro sanitario, un problema de salud que va parejo a la falta de sincronía política entre el ritmo del PSOE de Sánchez y el de quien fue candidato a la presidencia madrileña. Unas horas antes, el secretario general de los socialistas en esa autonomía, José Manuel Franco, presentó la dimisión y todo apunta a una gestora para enderezar el rumbo del PSOE madrileño. Una federación que siempre ha sido un verso suelto en el Partido Socialista y que tradicionalmente ha ido al margen de Ferraz y de Moncloa cuando los socialistas gobernaban.

Por si fuera poco, el PSOE oficial saca la guadaña y expedienta a Leguina y Redondo Terreros por su apoyo a Díaz Ayuso en el tramo final de la campaña. La deslealtad a la siglas y la provocación de ambos fue más que evidente y desde ese punto de vista merecía la sanción, pero cabe preguntarse por qué ahora, pues Leguina lleva años desafiando al propio Sánchez. Y acto seguido hay otra pregunta obligatoria: ¿hará lo mismo Ferraz con Felipe González, porque si grave fue lo de aquellos, cómo definimos lo del expresidente y ex secretario general? Ardo en deseos por ver la respuesta a la pregunta pero ahí va mi quiniela: no lo harán por miedo a la reacción de buena parte de la militancia, probablemente esa que entronca con los votantes socialistas madrileños de toda la vida que el martes dieron la espalda al PSOE.

Y no es Madrid el único punto en ebullición en un PSOE herido de gravedad por el fiasco madrileño. La guerra soterrada por el control del partido en Andalucía también estalla en público, con Susana Díaz empeñada en no tirar la toalla. Por lo que se ve, quiere ser candidata nuevamente a la Junta y también, por lo que se, quiere perder una vez más. Recordemos que fue la Susana Díaz que le dijo a Sánchez aquello de «Pedro, el problema eres tú», y que fue también la que contó con los apoyos de González, Zapatero y Rubalcaba (qepd).

Conclusión: arde el PSOE y no vemos bombero alguno en el horizonte. Solo pirómanos.