El humor ayuda a digerir cualquier sapo. Ancas largas, lengua verdosa, ojos saltones y piel viscosa entran mejor con una cucharada de sarcasmo, aunque a la postre no podamos evitar la difícil digestión del animalejo. Y es que no hay aderezo que evite que el mundo acabe enfermo del estómago si seguimos ignorando a la ciencia, algo que entre risas demuestra 'No mires hacia arriba', la película de Adam Mckay que narra como enterramos la cabeza mientras un cometa amenaza la supervivencia de todo el planeta.
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Entre algoritmos, memes, programas de máxima audiencia, políticos mediocres y demás fauna del siglo XXI, la cinta ironiza sobre las dificultades con las que se encuentra una pareja de astrónomos para informar de que un pedrusco de kilómetros acabará con toda la Tierra en seis meses si no hacemos algo para evitarlo. El peligro es real y está respaldado «al 100%» por todas las pruebas científicas, pero nadie hace caso, ni siquiera cuando el cometa es ya claramente visible en el cielo y su luz se acerca amenazante hacia la humanidad. «No mires hacia arriba», es la solución del 'status quo' ante la prueba fehaciente de que la ciencia tenía razón y de que todo está a punto de acabar.
¿Les suena algo a lo que está pasando con la covid o el cambio climático? Mientras los científicos siguen mirando hacia arriba, el mundo -con su políticos a la cabeza- prefiere seguir adoptando medidas sustentadas en la miopía. De un día para otro y sin aval médico que lo sustente, el período de confinamiento por ser positivo en covid pasa a siete días «si eres asintomático o los síntomas son leves». Administraciones y empresas sufren el alto volumen de bajas de la sexta ola, un problema económico que no entiende de pruebas en laboratorios ni del peligro de que los contagios sigan al alza.
También sin pruebas concluyentes ni estudios definitivos, las personas que hayan pasado la enfermedad deberán vacunarse a los 40 días. La ministra de Sanidad, Carolina Darias, explica muy seria que «expertos» que asesoran a su departamento apoyan esta decisión, aunque ni sus nombres son públicos ni sus conclusiones se han publicado en alguna revista científica para su debate.
«¿Pero está probado científicamente que funcionará?», pregunta Leonardo DiCaprio -astrónomo- a Meryl Streep -presidenta de EE UU- cuando un 'gurú' de las nuevas tecnologías explica cómo destruir el cometa. «¿Pero cómo se te ocurre hacer esa pregunta?», responde sin carcajadas.
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