Vea la portada de CANARIAS7 de este sábado 6 de diciembre de 2025

Madrid no responde

Primera plana ·

El legado que deja el silencio institucional del Ejecutivo central, ¿cómo repercute en la ciudadanía?

En pleno apogeo, que aún continúa, del cóctel de inmigración irregular, desempleo, pobreza, desigualdad social y 'cero turístico', Antonio Morales le envió una misiva a Pedro Sánchez para que se hiciera cargo de la situación. Hasta la fecha, no le ha contestado. Y el domingo pasado el presidente del Cabildo lanzó un vídeo donde expuso la situación límite a la que han condenado a Gran Canaria como isla-cárcel y, en suma, al archipiélago. Doy por hecho que, a estas alturas, no se lo rebotará por wasap a Sánchez porque de nada servirá. Lo importante es que Morales siga haciendo de ariete ante la inacción pasmosa con la que Madrid trata a las islas frente a un fenómeno que no se ha estabilizado y que en el próximo semestre la tendencia es que vaya a más.

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Asimismo, han sido diversos responsables de Podemos en Canarias los que replican el hartazgo dirigiendo una carta, en este caso, a Fernando Grande-Marlaska. En principio, se presupone que el ministro del Interior debería responder aunque solo fuera por el hecho de que Podemos es el socio en el Gobierno central. Pero Marlaska conoce de la escasa querencia que le brinda Podemos en las islas desde el escándalo inhumano que supuso el drama del muelle de Arguineguín. Tanto que cualquier movimiento de protesta entonces no tuvo su eco en la misma organización en la capital del Estado. El malestar quedó aquí. En esta epístola firmada, entre otros, por la consejera Noemí Santana y la jefa de filas Laura Fuentes, ¿qué harán si Marlaska pasa olímpicamente? Podemos vive una bicefalia en Canarias, Santana está en primera línea institucional y Fuentes es tanto cargo público como la coordinadora general, por lo que las quinielas auguran que ambas encabezarán las planchas al Parlamento en 2023 por Gran Canaria y Tenerife respectivamente. De hecho, Podemos tan solo obtuvo un escaño por cada una de las dos circunscripciones mencionadas y el horizonte no dibuja precisamente un escenario más optimista. Incluso, el acta de Lanzarote fue el último en entrar de los 8 que corresponden a la isla.

Ahora bien, más allá de las reacciones políticas, el legado que deja el silencio institucional del Ejecutivo central, ¿cómo repercute en la ciudadanía? Dicho de otra manera, llegaremos a verano y, de momento, Sánchez no se entrega a la causa canaria sujeta a ese retrato socioeconómico dantesco en el que la Gran Recesión de 2008 se ha quedado corta ante la crisis presente. ¿Dónde está el límite de aguante cuando la tasa de paro superará, cuando los ERTE desaparezcan, el 30%? El desempleo en el último año ha aumentado prácticamente un 70% en Lanzarote y un 60% en Fuerteventura. Es calamitoso. La movilización social es imprescindible para presionar. Es verdad que las restricciones de la pandemia impiden la marcha ciudadana en las calles. Pero durante meses las centrales sindicales en Canarias estuvieron inactivas al calor del caos que se iba generando en el Sur. En otras latitudes hubiesen rezongado antes. De poco vale que los representantes isleños encabecen el descontento, que es su deber, aunque no todos lo estén haciendo, si no va acompañado de la denuncia del pueblo canario. Una manera pacífica que contribuye a que no nos confundan ni nos sometan a los intereses de la extrema derecha que se está moviendo en esta tierra aupando bajas pasiones. Hay que frenarlo.

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